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La república catalana: el Camelot de Tardá
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Graciano Palomo

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La república catalana: el Camelot de Tardá

El diputado de ERC acusa a la corrupción española de provocar el referéndum independentista en Cataluña. Se olvida, sin embargo, del clan Pujol, Artur Mas o su compañero Rufián

Foto: El portavoz parlamentario de ERC, Joan Tardá (i), y el portavoz adjunto, Gabriel Rufián, en el Congreso. (EFE)
El portavoz parlamentario de ERC, Joan Tardá (i), y el portavoz adjunto, Gabriel Rufián, en el Congreso. (EFE)

Dentro de la cantidad de paqueiradas que oímos a diario de los dirigentes políticos, no puedo dejar de mencionar una grandiosa que resonó en el hemiciclo del Congreso el pasado día 30.

Joan Tardá es un personaje de negro que resulta enternecedor. Es un personaje entrañable al que le das un micro y te llena de espuma. Le pueden las vísceras y la emoción, y está convencido de que sirve a una causa histórica similar a la de Martin Luther King en las escalinatas del Capitolio washingtoniano o a la de Nelson Mandela en 'Invictus'. En Tardá, como en todos, lo importante no es lo que dice, sino lo que hace.

De hecho, prácticamente ningún medio reparó en su alegato final por el 1-O. “Con esa votación, dijo, diremos adiós a la corrupción…Por esa corrupción “española” vendrá la república catalana…limpia, en rojo, impoluta". La cosa quedó ahí, como si nada. Impresa en el Diario de Sesiones.

placeholder El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, junto a su esposa, Marta Ferrusola. (EFE)
El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, junto a su esposa, Marta Ferrusola. (EFE)

Sorprende, sin ir más lejos, que un dirigente tan aficionado a los medios de información ignore las causas judiciales abiertas a sus socios del PDeCAT(antes Convergencia) con los que se han subido al monte y se alienten mutuamente. ¿Expulsarán de esa república al clan Pujol? ¿Acaso mandarán a galeras a Artur Mas y su mentor David Madí? Hay gente 'pa tó'. La corrupción no la perpetran los regímenes (aunque unos son más propensos que otros). La practican las personas con nombres y apellidos. A uno de sus más fieles escuderos, por ejemplo, Gabriel Rufián lo pillaron defraudando a la Seguridad Social que trata de proteger a los más débiles porque los ricos como Victor Grifol Roura (Grifols) no necesitan que los proteja nadie.

Sinceramente, no me quiero perder por nada del mundo y antes de morirme, ese grandioso espectáculo de la república catalana, inmaculada y brillante como una patena.

¡JFK, resucita! ¿Te quieres perder el Camelot catalán?

Dentro de la cantidad de paqueiradas que oímos a diario de los dirigentes políticos, no puedo dejar de mencionar una grandiosa que resonó en el hemiciclo del Congreso el pasado día 30.