Empieza el mambo: Caixa, Sabadell, Oryzon, Eurona, Freixenet…

La “revolución de las sonrisas” se está trastocando en mueca de pánico. A Ferreras –probablemente el jefe mediático no catalán que más oportunidades ha dado a los rupturistas para explicarse, tal y como quedó dicho por Junqueras– le llamaron “hijo de puta, “fascista”, “os vamos a matar”, “iros a vuestro puto país” y otras lindezas, según ha contado él mismo. A los plumillas anónimos se les somete a presión y acoso. No parece que sea el mejor territorio para el ejercicio de las libertades si no remas en esa antigualla llamada nacionalismo/separatismo.

Una de las imágenes más vomitivas de la revolución catalana de estos días es esa escena continuada de unos separatistas escondiéndose en una iglesia mientras los fieles coreaban el 'Virolai' enardecidos por un cura trabucaire que dice estar en la localidad de Vila-Rodona, eso sí, siempre protegidos por agentes de los Mossos.

Pues bien, hete aquí que el lobo tantas veces anunciado empieza a bajar del monte. Sabadell se ha largado; Caixabank está a punto de hacerlo; Oryzon ya no cotiza en esa tierra. Alrededor de 2.500 empresas –pequeñas y medianas– lo han ido haciendo desde que el gran Artur Mas decidiera encender la mecha.

Esto de la fuga de empresas puede dar un vuelco a toda la situación que el Gobierno no ha sido capaz de reconducir en forma alguna

Me malicio que esto de las pelas sí se va hacer notar entre la grey golpista. Lo negarán, claro, pero es un hecho cierto que en las entidades catalanas citadas hay colas en busca de sus depósitos. ¿Le van hacer caso los depositantes y accionistas más a la realidad o al taimado Junqueras?

De modo y manera, mis queridos amigos, que el lobo enseña sus fauces. Y mire usted por donde, esto de la fuga de empresas puede dar un vuelco a toda la situación que el Gobierno no ha sido capaz de reconducir en forma alguna.

Si Cataluña quedara como un erial económico, industrial y productivo, entonces el tal Bartomeu, dicen que presidente del Barcelona FC, sí verá cómo se sufre en su tierra. Entonces pondrán entender, en efecto, cómo vienen sufriendo durante siglos en Teruel, Soria, Zamora, Lugo o Cádiz por citar las tierras españolas más deprimidas.

A los empresarios del turismo les tiemblan ya las canillas.

¿No decía la CUP que iba a empezar el mambo? ¡Pues vamos a bailar todos!