Palo Alto
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La ultraderecha fanática de Europa se afilia a ERC
Un día u otro aparecerá en alguna concentración prefascista Marine Le Pen para apoyar a Forcadell y el Sánchez de la ANC nos tendrá que explicar cuánto cobra y por cuenta de quién
El pasado martes en el pleno del Parlamento Europeo el ultraderechista, xenófobo y supremacista Nigel Farage –tipo que odia Europa antes y después de tomar su ración etílica– atacó a España por las manidas cargas policiales el 1-O que el diario francés 'Le Monde' ha ido desmontando foto a foto. El inexportable Farage recibió la respuesta precisa y dialécticamente brutal de Esteban González Pons, porque el levantino, cuando la estulticia le roza la identidad, se conduce sin piedad. En realidad, durante estos días, fue el valenciano Pons y el catalán Xavier García Albiol, visitando a cuerpo descubierto a la Policía Nacional en Pineda de Mar rodeado de fanáticos que querían ahorcarle, los dos únicos representantes del partido en el Gobierno que han dado la talla.
Ambos bastantes solos, la verdad.
Pero lo sustancial es desbrozar amistades aquí. Siempre ha mantenido que no se puede ser de izquierda y a la vez nacionalista. Ahora ha quedado demostrado. Farage, la peor especie que pulula por Europa, se ha afiliado a ERC y al conjunto de los secesionistas. Lo que sorprende es que él y el UKIP no han dejado ya libre a Irlanda del Norte.
Cuando pase todo este ruido ensordecedor y dramático, los historiadores podrán poner negro sobre blanco lo que está ocurriendo. Un día u otro aparecerá en alguna concentración prefascista Marine Le Pen para apoyar a Forcadell y el Sánchez de la ANC nos tendrá que explicar cuánto cobra y por cuenta de quién.
Lo que resulta realmente patético es ver a tipos como Turull, Tremosa o Rull, todavía en el Grupo Europeo Liberal, en esas trincheras. Si triunfara la CUP, los que mandan, sus cuellos penderían de una soga. Y lo saben. Lo confiesan en privado.
Entiendo que sus jefes tengan tanto miedo a la justicia española (por la corrupción) que vean en la 'non nata' república catalana el último reducto de salvación.
El pasado martes en el pleno del Parlamento Europeo el ultraderechista, xenófobo y supremacista Nigel Farage –tipo que odia Europa antes y después de tomar su ración etílica– atacó a España por las manidas cargas policiales el 1-O que el diario francés 'Le Monde' ha ido desmontando foto a foto. El inexportable Farage recibió la respuesta precisa y dialécticamente brutal de Esteban González Pons, porque el levantino, cuando la estulticia le roza la identidad, se conduce sin piedad. En realidad, durante estos días, fue el valenciano Pons y el catalán Xavier García Albiol, visitando a cuerpo descubierto a la Policía Nacional en Pineda de Mar rodeado de fanáticos que querían ahorcarle, los dos únicos representantes del partido en el Gobierno que han dado la talla.