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El increíble "gobierno de concentración"
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Graciano Palomo

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El increíble "gobierno de concentración"

¿Se imaginan a los diputados del PP apoyando a Borrell para presidir un gobierno de concentración? ¿Se imaginan a Sánchez facilitando el paso a Borrell como jefe del Ejecutivo?

Foto:  El exministro socialista Josep Borrell. (EFE)
El exministro socialista Josep Borrell. (EFE)

De repente, hemos retrocedido 40 años en un birlibirloque. Leo cosas realmente kafkianas, lo cual refleja hasta qué punto España está chapoteando en una crisis brutal.

Por ejemplo, la propuesta en carne mortal de Josep Borrell como presidente de un "gobierno de concentración” que administre el 'detritus' que nos inunda. ¿Se han vuelto locos o es que realmente están de psiquiatra? Una cosa es que la cosa esté grave y otra bien distinta que estemos en situación desesperada.

En primer lugar, jamás sería un “gobierno de concentración” porque jamás entrarían en ese gabinete de salvación nacional (español) partidos como Podemos, PDeCAT y otras marginalidades. Una cosa es que Borrell se haya demostrado como un magnífico agitador contra los golpistas en un momento determinado y otra bien distinta que concite a su alrededor el 'quorum' necesario para articular un Ejecutivo que pueda llevar a cabo una misión tan delicada.

Sería en todo caso un gobierno de coalición que necesariamente tendría que pasar –lo cual no es nada fácil– por el PP, PSOE y Ciudadanos. El resto son meras gayolas con copas encima.

Soy partidario de que si se supera la crisis extraordinaria que nos ahoga, Rajoy pueda disolver las Cámaras y convocar nuevas elecciones

La simple propuesta en letra impresa produce hastío. Algunos de los que lo firman ya lo hicieron hace casi 40 años cuando el golpe de Tejero. Tuvieron la misma fortuna que lo tendrán ahora.

Sí soy partidario, en cambio, de que si se supera la crisis extraordinaria que nos ahoga, el presidente Rajoy, teniendo en cuenta todas las circunstancias del momento, pueda disolver las Cámaras y convocar nuevas elecciones generales, una vez que el pueblo decisorio haya visto las papeletas de cada cual. Sería, en cualquier caso, lo único sensato, coherente y, sobre todo, realista.

¿Se imaginan a ustedes a los diputados del PP apoyando a Borrell para presidir un gobierno? Más difícil todavía. ¿Se imaginan a Pedro Sánchez dando su aquiescencia y facilitando el paso a Josep Borrell como jefe del Ejecutivo?

Son ganas de perder el tiempo. O el rescoldo de los que nunca creyeron en un hombre, un voto. Quizá porque se consideran superiores. O lo más probable, porque el tiempo les ha superado y no se han dado cuenta.

De repente, hemos retrocedido 40 años en un birlibirloque. Leo cosas realmente kafkianas, lo cual refleja hasta qué punto España está chapoteando en una crisis brutal.

Josep Borrell Pedro Sánchez