La lectura "amplia y extensa" de Junqueras entre barrotes

Oriol Junqueras tiene abierto su futuro. O cerrado, según se mire. El hecho cierto es que, según comentan sus próximos, el historiador catalán que encontró entre los legajos del Vaticano su alma independentista, se ha dedicado a leer la Constitución Española (1978) durante su estancia en la prisión de Estremera. Y también, al parecer, esa lectura ha tenido efectos balsámicos para el que se avecinaba como gran 'conducator' de la estelada.

Dice que esa “lectura amplia y extensiva” de la Constitución le ha abierto “nuevos horizontes…” Y 'tant', eh, y 'tant'…"

Me malicio que para ese viaje no necesitaba 'puigdemones', ni haber organizado la de Dios nació en Montserrat. En esa meditación meditabunda se habrá percatado el alcalde de Sant Vicent dels Horts el enorme daño que ha propinado a todos los españoles -en sus bolsillos, en su auto estima, al Estado en su imagen exterior, etc…- con especial relevancia a sus conmilitones y a los ciudadanos catalanes a los que juró servir.

Es impensable que el fugitivo por antonomasia de la democracia española sueñe en volver a ser 'president' de la Generalitat. Es un contradiós

Se me antoja que en esos pensamientos de gran calado habrá concluido el jefe de ERC que, definitivamente, no se puede uno proclamar de “izquierdas” y al mismo tiempo tratar de chapotear en un pequeño reducto geográfico como si el mundo se detuviera en el Montseny. Es algo de libro que se aprende en los primeros años de la EGB. ¡Qué haya tenido que ocurrir lo que ha ocurrido para llegar a tamaña conclusión lo define y describe casi todo!

Será difícil que Oriol pueda explicar a sus mesnadas esa nueva “amplia y extensa” lectura de la Constitución. Y será aún más difícil que su ambición no disimulada de constituirse en presidente de la 'nonnata' república catalana pueda tener sustancia ante los nuevos tiempos que alumbra el artículo 155.

Por extensión es aún más impensable que el fugitivo por antonomasia de la democracia española sueñe en volver a ser 'president' de la Generalitat. Es un contradiós. Ni lo van a permitir los suyos ni los extraños. Ya he escrito en otra ocasión reciente que Rajoy es gallego y los gallegos tardan en mover los brazos pero nunca olvidan.

No hay mal que por bien no venga. Junqueras ha tenido tiempo en prisión de leer pausadamente la Constitución que hasta hace poco tiempo consideraba un texto lleno de barrotes para él y para su pueblo. Y al mismo tiempo, haberle servido para que ese tiempo coadyuve en la salvación de su alma. Porque, según dice, ha dedicado muchas horas a rezar el rosario y elevar plegarias a la Moreneta.