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Si Rivera gobernara Cataluña...
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Graciano Palomo

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Si Rivera gobernara Cataluña...

Si Cs triunfara en Cataluña significaría que ha dejado de salir del armario, de ser un mero referente glamuroso color naranja, para erigirse en auténtica opción de poder nacional

Foto: Albert Rivera e Inés Arrimadas. (EFE)
Albert Rivera e Inés Arrimadas. (EFE)

Lo que parecía un imposible puede convertirse en realidad. Una presidenta constitucionalista, nacida en Jerez de la Frontera, que se expresa en castellano en el Parlament, puede habitar en el palau de Sant Jordi. Bien es cierto que antes lo estuvo un tipo apellidado Montilla, llamado Pepe, que provenía de Córdoba. Duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio.

Bien. Ahora las cosas han cambiado sustancialmente después de haber bajado mucha agua bajo las pérgolas. Como el tema, estrictamente catalán, me aburre por cateto, quiero dar una vuelta a lo que allí ocurra dentro de unos días. Si Arrimadas/Rivera se alzan con la victoria en ese territorio comanche estaremos hablando de otra cosa en el conjunto de España. Porque si es verdad que el poder desgasta (ahí está el PP para comprobarlo), el que no lo tiene acaba abrasado.

Se trata de gente limpia, sin experiencia de poder, pero con ideas claras. Y sin complejos. Los del PP se lo han puesto fácil, quizá demasiado fácil

Si Ciudadanos triunfara en Cataluña significaría, entre otras cosas, que ha dejado de salir del armario, de ser un mero referente glamuroso color naranja para erigirse en auténtica opción de poder nacional. Si ello sucede, le deberían poner una vela a San Rajoy, otra a Santa Cospedal y un velón definitivo a los 'entourages' de ambos, que difícilmente pueden ser más tontos, y entrenando quizá algo menos dotados.

Si Albert Rivera triunfara en Cataluña podrá disputar de tú a tú a Rajoy el poder de Moncloa y el centro-derecha, a partir de ese momento, tendría dos referencias.

Se trata de gente limpia, sin experiencia de poder, pero con ideas claras. Y, sobre todo, sin complejos. Los del PP se lo han puesto fácil, quizá demasiado fácil. ¿Es Luis Bárcenas un quintacolumnista naranja?

Lo que parecía un imposible puede convertirse en realidad. Una presidenta constitucionalista, nacida en Jerez de la Frontera, que se expresa en castellano en el Parlament, puede habitar en el palau de Sant Jordi. Bien es cierto que antes lo estuvo un tipo apellidado Montilla, llamado Pepe, que provenía de Córdoba. Duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio.

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