La cloaca de los Mossos

El documental producido por Jaume Roures —¡qué casualidad!— sobre las cloacas del Estado, que tanta fruición produjo en Jordi Pujol y el resto, podría tener su continuidad ahora con otra producción audiovisual sobre las cloacas que sirvieron a determinados miembros de los Mossos para practicar seguimientos (y otras cosas) a dirigentes del PP y de Ciudadanos en busca de algo con lo que taparles la boca y destruir de paso sus carreras políticas.

Sinceramente, a mí no me ha producido sorpresa alguna. Ni que existan esas cloacas ni que luego intentaran destruir los documentos y pruebas que ha desvelado este periódico. Ya cuando el ex Molt Honorable estaba en el cenit de su poder practicaba cosas parecidas. Por eso, pregunto y pregunto (sin recibir contestación fehaciente) acerca del papel de los servicios israelíes de espionaje —dicen que son los mejores del mundo— en todo el quilombo catalán. El gobierno de Tel Aviv guarda una equidistancia sospechosa mientras su poncio en Madrid desprecia cualquier interrogante al respecto.

Las cajas requisadas por la Policía Nacional cuando los Mossos pretendían quemarlas darán muchos titulares porque la lista de espiados es muy larga

Los seguimientos al delegado del Gobierno en Cataluña, a Xavi García Albiol y a Alicia Sánchez-Camacho, entre otros, son ya un hecho cierto. Me temo que habrá otros nombres añadidos de empresarios, por ejemplo, que no veían con excesivos buenos ojos la deriva independentista. Las cajas requisadas por la Policía Nacional cuando los Mossos pretendían quemarlas, un día antes de la DUI, ahora en poder de la jueza Carmen Lamela, darán muchos titulares porque la lista de espiados es muy larga. Entre esos papeles cobran especial importancia los informes encargados a la extinta agencia de detectives Método-3 que debió forrarse con los encargos de los dirigentes de la Generalitat.

¡Roures! Yo que tú no me perdería tan magnífico guion. Es gratis.