Los datos macro ya no sirven, señor presidente

El presidente del Gobierno, lleno de alborozo, exhibió en Roma, Ciudad Eterna, los 82 millones de turistas que durante 2017 han visitado España en un récord histórico muy encomiable y francamente difícil de superar.

El turismo en particular y los datos económicos "macro" en general vienen resultando en el proceder del presidente un firme asidero que justificarían su buena gestión al frente del poder ejecutivo de la nación. Eso podría ser comprable, sin duda, en un país de corte anglosajón, e incluso en una fría nación de los fiordos europeos. Pero no en España donde la memoria es muy olvidadiza y se tiene una deriva irrefrenable a confundir valor y precio.

Se ha demostrado fehaciente y recientemente en Cataluña. El buen paño en el arca YA no se vende

Con todos los reparos que se puedan poner a la gestión "económica" y de gestión al gobierno de Rajoy, es un hecho cierto que si los electores decidieran por esos argumentos no cabrían muchas dudas teniendo en cuenta, además, los precedentes cuando se les entregaron las cosas de comer a la izquierda. Pero, mire usted por donde, eso, como ha quedado acreditado en Cataluña muy recientemente, eso no funciona electoralmente. Funcionan los ataques inmisericordes —en ocasiones varias con mucha razón y razones— en canales de televisión que el gobierno del PP salvó de la quiebra y la consiguiente desaparición. Funcionan los ataques 'ad hominem', la sal gruesa generalizada en temas de corrupción (que existen y de forma gravísima), las sillas vacías en foros y debates públicos, y, por decirlo todo, el sectarismo cavernario del quítate tú para ponerme yo.

Como siempre preferí la "cultura del mérito" —la auténtica revolución permanentemente olvidada en España— al mérito de la 'nomenklatura', creo que el presidente Rajoy se equivoca —o lo equivocan— a la hora de hacer sus cálculos políticos y electorales. Se ha demostrado fehaciente y recientemente en Cataluña. El buen paño, señor presidente, en el arca YA no se vende. Está bien que usted se rodee de ministros colaboradores que entiendan de las cosas que administran pero eso sería poco si no tuvieran una visión "po-lí-ti-ca". Pan para hoy y hambre para el día después.

¿No se ha leído la historia de UCD? Viene bien para las noches inevitables de insomnio.