Palo Alto
Por
Rajoy por Rajoy: ¿ministro político? Dos tazas
Hasta su despacho en Moncloa llegan los ruegos para que mueva el braserillo ante el peligro más que cierto de que puede sufrir un durísimo correctivo
Mariano es Rajoy. Punto. Rajoy es Mariano. Punto. Los que pensaban que iba a aprovechar la marcha a Frankfurt de Luis de Guindos para dar un impulso "político" a su Gobierno se han vuelto a quedar mesándose las mejillas y con la mirada perdida hacia la luna de Valencia.
Podría afirmarse con alguna justeza que el presidente acepta su suerte —tras seis duros años de ejercicio de poder— y no tiene inconveniente en seguir el mismo camino que muchos de sus excolegas primeros ministros en la Unión Europea: morir con las calzas puestas. Hasta su despacho en Moncloa llegan —cada vez con más insistencia— los ruegos (exigencias, no, ¿eh?) para que mueva el braserillo ante el peligro más que cierto de que puede sufrir un durísimo correctivo (primero en la próxima primavera 2019) y posteriormente en unos comicios de carácter general.
Su respuesta ha sido, una vez más, hacer caso a Mariano. Se detecta en amplias capas de la sociedad española un hartazgo más que evidente con Rajoy. Tiene toda su lógica. Un día son los pensionistas, otra los funcionarios y al día siguiente las mujeres.
La pregunta recorre todos los salones de la Corte. ¿Es consciente el presidente de lo que le rodea? Creo que sí. Acepta su suerte como el rey Príamo cuando Casandra le avisaba de la llegada inminente de los griegos.
La decisión final la tomará cuando el pueblo se haya expresado ante las urnas de las municipales del próximo 2019
Rajoy va a apurar sus posibilidades hasta el último minuto. Hoy por hoy la posibilidad de que vuelva a presentarse a la reelección diríase que está en un 40% a favor y un 60% en contra. La decisión final la tomará cuando el pueblo se haya expresado ante las urnas de las municipales del próximo 2019.
Hasta entonces Rajoy continuará escribiendo para Mariano y Mariano remitiéndole misivas a Rajoy.
En el peor de los casos, el jefe del Gobierno dirá… "Muy bien, que vengan otros, a ver qué saben hacer… Son tan listos…".
Mariano es Rajoy. Punto. Rajoy es Mariano. Punto. Los que pensaban que iba a aprovechar la marcha a Frankfurt de Luis de Guindos para dar un impulso "político" a su Gobierno se han vuelto a quedar mesándose las mejillas y con la mirada perdida hacia la luna de Valencia.