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¿Superioridad moral de la izquierda? ¿Dónde? ¿Por qué?
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Graciano Palomo

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¿Superioridad moral de la izquierda? ¿Dónde? ¿Por qué?

Tengo la suficiente edad y estoy lo suficientemente viajado por el mundo para poder carcajearme, democráticamente, claro, de esa pretensión

Foto: Alberto Garzón y Pablo Iglesias en los Goya. (Reuters)
Alberto Garzón y Pablo Iglesias en los Goya. (Reuters)

He leído en este mismo diario una entrevista con un señor que ha escrito un libro sobre la superioridad moral de la izquierda. Y se ha quedado tan ancho y orondo.

Como no voy por el mundo con las orejeras puestas, como intento no anatemizar nada ni a nadie, he puesto atención en los argumentos para afirmar lo que se ha escrito. Es un hecho cierto que aquellos que se pululan por España con la vitola de "izquierdas" se conducen como si tuvieran en el sobaco la verdad revelada; todo ello después de 42 años de la muerte del dictador Franco y casi 30 de la caída del Muro de Berlín.

Foto: Íñigo Errejón, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, de Unidos Podemos, conversan en un pleno del Congreso. (EFE)

Tengo la suficiente edad y estoy lo suficientemente viajado por el mundo para poder carcajearme, democráticamente, claro, de esa pretensión. El ignoto autor, pese a su relativa juventud, está muy antiguo. No sustenta ninguno de sus argumentos —empatía y justicia— sobre hechos históricos. Ni la Revolución Francesa fue de izquierdas, ni las revoluciones de izquierda (URSS, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, etc.) han tenido más empatía con las clases trabajadores que el liberalismo práctico. La Unión Europea no fue un invento de la "izquierda". Los abusos del capitalismo —que existieron y existen en determinados casos— se han combatido mejor desde las libertades que desde el elitismo y narcisismo de las élites autotituladas "izquierdas". ¿Acaso Maduro, por citar un ejemplo que habla castellano, da más bienes a sus súbditos que la canciller Merkel a sus conciudadanos? Dice que la "derecha" tiene una inclinación hacia la "autoridad y el orden". ¿Sí? Estamos en pleno siglo XXI, oiga, y que yo haya visto y comprobado "autoridad y orden" lo pude fotografiar con precisión en el país de Brezfniev o Fidel Castro.

¿Acaso Maduro, por citar un ejemplo que habla castellano, da más bienes a sus súbditos que la canciller Merkel a sus conciudadanos?

La condición humana es otro de los grandes olvidos del autor de la "superioridad". Pudiera hablar de la "cultura del mérito" —que eso si es una revolución— pero lo ha dejado entre sus argumentos de superioridad. En la prédica utópica son maestros. En el reparto de trigo, una farsa. Sencillamente, porque no saben cultivar el surco.

En algo, insisto, lleva razón. Una izquierda (de carnet o militancia) transita en España como si fuera la depositaria de todas las bondades del orbe. Se ha olvidado decir que ello es posible porque enfrente tiene a un centro-derecha (liberal) que no ha sido capaz de sacudirse el complejo ideológico e intelectual que no termina de compadecerse con la realidad ni con el signo de los tiempos.

¡Todo se andará!

He leído en este mismo diario una entrevista con un señor que ha escrito un libro sobre la superioridad moral de la izquierda. Y se ha quedado tan ancho y orondo.

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