Palo Alto
Por
Lo de Cospedal y Soraya
Tengo para mí que la gresca no es para tanto… Navegan en el mismo barco que, de capotar, las dos se irían al averno
Las dos fueron brillantes abogadas del Estado. Ambas mujeres han sido claves en el enorme poder popular acumulado desde el 2011 y aún antes, una en la Secretaría General del partido y otra al frente del Grupo Parlamentario en oposición al zapaterismo.
Cospedal y Sáenz de Santamaría llevan muchos años jugando las fichas que el presidente Rajoy puso en sus manos, que en los dos supuestos no han sido pocas. Si no se aman ni se dan ósculos en sus tiernas mejillas me importa una higa. Lo que realmente me preocupa como contribuyente es que la inquina (en cualquier caso mucho menor que lo que se pudiera extraer de algunas informaciones 'ad hoc') supusiera menoscabo en su trabajo en beneficio de los contribuyentes. Tengo para mí que la gresca no es para tanto… Navegan en el mismo barco que, de capotar, las dos se irían al averno. Entiendo también que si dan pie a que se conjeture con fotos la desazón luego no pueden quejarse porque las dos principales damas populares ya atesoran amplia experiencia como para llamarse a rebato.
Las dos cuentan con los suficientes enemigos internos como para tirarse de las coletas. Por ejemplo, ha sido el caso del exministro (sic) de Exteriores, que anda penando por el sillón perdido con toda justeza. Ha intentado menoscabar a la vicepresidenta exigiéndola que acepte el reto de Madrid para ver si se pega la gran leche. Ha llegado el momento de recordar una vez más al manido y socorrido Winston Churchill acerca de "enemigos" y "adversarios".
De todo aquello que burbujea al rescoldo de la condición humana se puede escribir y aún entender. De ahí a señalar tozudos que el distanciamiento escenificado el Dos de mayo entre las dos primeras mujeres del PP es el principio del fin del partido va un trecho. El fin lo escribieron los que se lo llevaron crudo. Punto. ¿Por qué se empeñan en confundir los roles?
Hace unos días, durante un acto organizado por este periódico, tuve ocasión de charlar unos minutos con la 'vicetodo'. Es todavía muy joven (si bien curada de todos los espantos) pero me dio la sensación de que su cupo de vanidad lo tiene cubierto. Es un peso político de mucho nivel y, además, tiene oficio. Yo me tentaría la ropa antes de recitar el epitafio.
María Dolores de Cospedal lo ha sido todo en política y ha ganado elecciones en su terruño natal. Le ha tocado bailar con feos (muchos) pero, a mi entender, no puede ni debe confundir valor y precio.
Hay cosas y comportamientos humanos que por mucho que leo me temo que no entenderé jamás.
Las dos fueron brillantes abogadas del Estado. Ambas mujeres han sido claves en el enorme poder popular acumulado desde el 2011 y aún antes, una en la Secretaría General del partido y otra al frente del Grupo Parlamentario en oposición al zapaterismo.