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Graciano Palomo

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La toma de Granada

A Óscar López y García Montero les juzgaremos por sus obras. Estoy por afirmar que nos pueden dar algunas tardes (no muchas) de gloria

Foto: El poeta Luis García Montero, nuevo director del Instituto Cervantes. (EFE)
El poeta Luis García Montero, nuevo director del Instituto Cervantes. (EFE)

El rally de nombramientos en el vasto y carísimo aparato del Estado por parte del PSOE tiene su aquel. Dos de los más comentados han sido la elección de Luis García Montero, el poeta que se autodefine como "alma de comunista" para el Instituto Cervantes, y el del arrumbado Óscar López para la presidencia de "Paradores", que como todo el mundo sabe tiene una vasta experiencia en la gestión de alojamientos turísticos.

Foto: Luis García Montero. (EFE) Opinión

"Quítate tú, para ponerme yo…". Así define la añeja pituitaria popular el ejercicio de la política. Ya lo sabíamos, pero no deja de sorprendernos la voracidad para la ocupación de la infinidad de cargos a expensas del contribuyente.

Sinceramente, no me parece mal la elección del granadino para el Cervantes que es el instrumento del Estado para extender la lengua y la cultura de España; supongo que para dar justeza al objetivo antes se tiene que disponer de alguna somera idea acerca de lo que sea precisamente España. No solo una manera de subirse en coche oficial, viajar y comer por cuenta del contribuyente, amén de percibir un dinero muy sabroso.

Foto: Parador de Turismo de Cruz de Tejeda, en la cumbre de Gran Canaria. (EFE)

"Paradores" es siempre, en todas las administraciones, uno de los objetos más deseados. Tampoco sé muy bien el porqué, salvo que puedan hospedarse gratis desde Finisterre al Cabo de Gata. Supongo que al bueno de López no se le ocurrirá la idea de derribarlos porque surgieron de la cabeza de aquel Fraga Iribarne, ministro de Información y Turismo cuando en España mandaba un general africanista. Gentes del PP han puesto como ejemplo de la "ocupación" total e inmisericorde del poder por parte de las mesnadas de Sánchez la elección de Óscar López para presidir la empresa pública sin tener la más remota idea de qué va esa vaina. Bueno, antes José Luis Rodríguez Zapatero (siempre inconmensurable) colocó a un amiguete de León, un tal Miguel Martínez, en la misma poltrona y no sabía siquiera distinguir una 'suite' de una habitación single. Claro, que lo dejó en la más completa ruina. Luego vino, la exseñora de Rato, la tal Gela, otra gran artista de la pista.

A Óscar López y García Montero les juzgaremos por sus obras. Estoy por afirmar que nos pueden dar algunas tardes (no muchas) de gloria.

El rally de nombramientos en el vasto y carísimo aparato del Estado por parte del PSOE tiene su aquel. Dos de los más comentados han sido la elección de Luis García Montero, el poeta que se autodefine como "alma de comunista" para el Instituto Cervantes, y el del arrumbado Óscar López para la presidencia de "Paradores", que como todo el mundo sabe tiene una vasta experiencia en la gestión de alojamientos turísticos.

Óscar López