El puerta a puerta del nuevo jefe del PP

Han tardado menos que canta un gallo en colgarle los sambenitos de antaño, de hoy y de siempre: ultra, xenófobo, lepenista y unas cuantas lindezas más.

Pablo Casado no es Hawking, ni siquiera Roger Penrose, pero tiene una cierta idea de España. Con máster o sin máster. Su gran prueba de carbono es ganar unas elecciones en todo el territorio nacional. ¡Ojo!, ni siquiera digo en este primer tiempo de vencer en unas elecciones legislativas o generales, no. Digo una elección nacional que tenga lugar en todos los territorios españoles. Sabe que ello la resultará perentorio para poder sostenerse en el cargo. Porque, en efecto, ha ganado las elecciones internas en el PP pero alguien podría tener la tensión de afirmar que de aquella manera.

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Su discurso sustancial ha girado un tanto en lo que teníamos comprobado cuando estaba el clan Rajoy al frente del Partido Popular. Tiene su lógica; pero no es ningún talibán al uso ni dios que lo fundó. Si yo estuviera en su piel, ¡dios me libre!, recordaría que además de la “derecha”, existen millones de personas que se consideran de “centro” y ese millón y pico de personas son las que siempre han decantado la balanza del poder en un estío tras otra primavera.

Me parece una táctica inteligente –estrategia es otra cosa- el haber empezado llamando puerta a puerta. Adobado con el grito políticamente incorrecto de que la sociedad española no puede soportar a millones de africanos insistiendo en asentarse entre nosotros. Es lo que piensan una mayor parte de ciudadanos que no están en la xenofobia, ni en la exclusión, ni el cierre de fronteras pero están asustados ante lo que viene encima.

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Resulta especialmente curiosas las palabras de la exjuez, Margarita Robles, afirmando la colega que nunca ha ganado ni una elección interna en la última federación del PSOE, entre otras cosas, porque sus bien pagados puestos siempre vinieron de las conspiraciones de salón, no de las bases con las que intenta mimetizarse, que el nuevo jefe del PP no está preparado para gobernar porque quiere regularizar de algún modo la avalancha migratoria. ¡Como si ella y sus conmilitones del PSOE fueran todos premios nóbeles!

Ignoro si es verdad que Pablo Casado –según las encuestas– ha comenzando a recuperar el voto perdido. No lo sé, francamente. Pero si puedo escribir y afirmo que el puerta a puerta es el camino más corto para ello.

El resto, 'Only time will tell' ('Solo el tiempo lo dirá'). Eso, sí la magistrada Carmen Rodríguez Medel no le manda a las galeras del máster. Que bien podría ser.