Es noticia
Cataluña: el conflicto civil coge cuerpo
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Cataluña: el conflicto civil coge cuerpo

Los independentistas llevaron a Sánchez al poder y esos mismos pueden mandarle al averno. Entonces, no se extrañen, queridos lectores, de nada de lo que vean

Foto: Una mujer coloca lazos amarillos en Alella, Barcelona. (EFE)
Una mujer coloca lazos amarillos en Alella, Barcelona. (EFE)

Los “equidistantes” en el asfixiante, carísimo y hasta ridículo quilombo catalán denuncian ahora la radicalización de las posturas en Cataluña donde las agresiones físicas están a la orden del día y los rictus independentistas recuerdan a otrora 'ghettos' teutones innombrables.

Habrá que reconocer, sin embargo, que los separatistas están cosechando éxitos notables. El más evidente es, sin duda, que han logrado romper la que fue débil unidad constitucional, ha sido el precio que el PSOE ha tenido que pagar (espero que no de forma irreversible) porque Pedro Sánchez duerma en un palacio a costa de los contribuyentes. Esto lo reconocen “barones” tan significativos del telar del socialismo como Emiliano García-Page; Javier Fernández, Susana Díaz, o Javier Lambán. No es fácil oficiar su malestar en público, el leviatán monclovita los devoraría que ganas no le faltan, pero se malician que tanto apego a los rompedores puedan pasarles seria factura dentro de unos meses cuando se celebren las elecciones municipales y autonómicas.

Foto: Un hombre retira lazos amarillos en Barcelona. (EFE)

Ya no está Rajoy, que yo sepa. Y Cataluña sigue en pie de conflicto civil abierto, no larvado, manifiesto y televisado. Los secesionistas/feudales le han colocado en el poder del Estado (esto es algo que no se puede negar, señora vicepresidenta) y le exigen el pago de las facturas pendientes. El Gobierno Sánchez no es capaz de poner orden en un desmadre colosal que amenaza lo peor, como pregonan los excluidos en su propia patria. Sánchez vino a decir que el problema es que no había diálogo, tampoco gestos. Ahora hay diálogo y muchos gestos y el lío continúa aumentado. Esta es la verdad. Y la verdad es siempre la verdad. Hasta el abogado de Puigdemont –Gonzalo Boye, muy conocido en la familia Revilla porque fue parte importante en el secuestro del soriano– se descaralla de un Gobierno que está contra las cuerdas de sus propias contradicciones y ahogado por sus intereses tan particulares.

Los independentistas le llevaron al poder y esos mismos pueden mandar al presidente al averno. Entonces, no se extrañen, queridos lectores, de nada de lo que vean, oigan o intuyan.

Los “equidistantes” en el asfixiante, carísimo y hasta ridículo quilombo catalán denuncian ahora la radicalización de las posturas en Cataluña donde las agresiones físicas están a la orden del día y los rictus independentistas recuerdan a otrora 'ghettos' teutones innombrables.

Pedro Sánchez Cataluña Nacionalismo