Es noticia
El Gobierno desprecia las "cosas de comer" del pueblo
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

El Gobierno desprecia las "cosas de comer" del pueblo

Cualquier ciudadano con oído y ojos puede escuchar en el bar, el autobús o la escuela —no digamos en los despachos— la preocupación por la vuelta a las andadas

Foto: Pedro Sánchez este jueves en Moncloa. (EFE)
Pedro Sánchez este jueves en Moncloa. (EFE)

El pasado 31 de agosto 2018 (fecha para el recuerdo) pasará a los anales del gobierno Sánchez —¿ha sacado 200 diputados en unas recientes elecciones?— como un día para el oprobio o más bien para la infamia. Cada hora de esa fatídica fecha perdieron su trabajo 15.000 personas, insisto, 15.000 seres humanos cada 60 minutos, y durante todo el mes la friolera de 363.017 nuevos desempleados. La afiliación a la Seguridad Social ha caído a cifras que no se contemplaban desde la época de la gran crisis (2008).

El precio de la luz alcanzó su máximo histórico con el agosto más caro durante la última década. La desaceleración económica, es decir, el no crecimiento es ya un hecho confirmado por todo el mundo y también por dirigentes socialistas/podemitas que tienen en sus manos ahora mismo el devenir de España o lo que queda de ella. Esta es la realidad incontestable y la verdad es siempre la verdad. ¿Se ha inmutado alguien del Gobierno? ¡Qué va! Están más interesados en la Batalla de Brunete y apuntar con mentiras o medias verdades la acción de un Gobierno en 'plan Sandokan' donde lo único efectivo son las operaciones de marketing —¡a ver lo que duran!— que planifica el gran Iván Redondo.

Dice un reputado y nada sospechoso diario de Madrid que el presidente Sánchez pensaba que podía vivir de las rentas en materia económica

Dice un reputado y nada sospechoso diario de Madrid que, a lo peor, el presidente Sánchez —insisto, dice que es economista— pensaba que podía vivir de las rentas en materia económica —que es lo sustancial— dejadas por el gobierno Rajoy y dedicarse al control de RTVE, la política de gestitos y a anunciar medidas electorales con las que revalidar llegado el caso una inexistente victoria en las urnas.

Adriana Lastra, portavoz del PSOE en el Congreso, persona a la que tengo aprecio personal, ha dado la clave para entender lo que estas cifras preocupan al Ejecutivo que defiende en sede parlamentaria: "Es la tónica previsible de final de verano…".

La impresión general es que no están preparados técnicamente y solo les "pone" remover momias —¡a ver si la quitan de una vez!— y la revisión histórica

Cualquier ciudadano con oído y ojos puede escuchar en el bar, el autobús o la escuela —no digamos en los despachos de emprendedores y empresarios— la preocupación por la vuelta a las andadas. No se atreven con las grandes reformas que necesita el país, ni presentan plan alguno para el cambio de modelo productivo (del que tanto las piaban cuando estaban en la oposición) que genere puestos de trabajo dignos y perdurables. La impresión general es que no están preparados técnicamente y solo les "pone" remover momias —¡a ver si la quitan de una vez!— y la revisión histórica. Mientras la riqueza nacional se evapora, Sánchez promete a su "vicepresidente" grandes gastos en asuntos sociales (que están muy bien), subida de impuestos entre amenazas de incautaciones varias. ¡Ah!, y señalar a Pablo Casado y Albert Rivera como conspicuos miembros de la extrema derecha. Con eso, ya es suficiente para que el pueblo coma y aumente su felicidad.

Eso que llegaron al poder diciendo que harían todo lo contrario de lo que perpetran. El IBEX se desploma, la luz se dispara y todavía no se ha echado el cierre a las nucleares. ¡Mal asunto!

El pasado 31 de agosto 2018 (fecha para el recuerdo) pasará a los anales del gobierno Sánchez —¿ha sacado 200 diputados en unas recientes elecciones?— como un día para el oprobio o más bien para la infamia. Cada hora de esa fatídica fecha perdieron su trabajo 15.000 personas, insisto, 15.000 seres humanos cada 60 minutos, y durante todo el mes la friolera de 363.017 nuevos desempleados. La afiliación a la Seguridad Social ha caído a cifras que no se contemplaban desde la época de la gran crisis (2008).

Seguridad Social Ibex 35