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Torra desafía a Sánchez y le deja como un guiñapo
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Graciano Palomo

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Torra desafía a Sánchez y le deja como un guiñapo

Los secesionistas saben de la debilidad de un Gobierno que, además, rompió la unidad del constitucionalismo en Cataluña. Tienen una ventaja: disponen de ideas claras

Foto: Quim Torra en un evento en Barcelona. (EFE)
Quim Torra en un evento en Barcelona. (EFE)

Creo en el Estado y su permanencia para defender a los más desfavorecidos, pero si de algo me alegro ante la soflama separatista recién publicitada por Torra es que ha dejado como auténticos propagandistas sin fuste a los que venían sosteniendo que Pedro Sánchez —con su posición genuflexa ante las posiciones feudales/carlistas de los rompedores— sería capaz de fumarse de una calada el quilombo catalán y salvar a España en plan campeador.

La declaración de Torra, en efecto, les deja en paños menores. También a la 'troupe' del pesebre mediático tan identificable y descriptible. Culparon a Rajoy (y con razón) de que no tomaba decisiones "políticas", es decir, que no bailaba el agua a los separatistas y no entregaba la cuchara y ahora lo único que piden es tiempo para que el gran conducator ponga sordina al desvarío. Pero, incluso, esa foto que le perseguirá mientras viva, del exjuez Fernando Grande-Marlaska dando la mano embelesado al nuevo jefe de los golpistas, mientras los pobres policías se hacinan en Barcelona, denota que el Gobierno es presa del pánico. Afortunadamente para Sánchez, los 'Torraboys' se quedarán en palabras porque al juez Llarena —al que un teórico compañero de judicatura (Marlaska) no defendió (no digamos ese sindicato de Jueces para la Democracia (sic)— le sustituiría otro con el mismo sentido del Estado.

Foto: Imagen de una de las habitaciones. (EC)

Claro que hay un problema político en Cataluña. Pero al mismo puedo anteponer —una vez más— la decisión de Winston Churchill ante el nacionalsocialismo alemán frente al felpudismo de Chamberlain. Eso le cortó el puesto, entre otras cosas, a Mariano Rajoy.

Tienen una ventaja: disponen de ideas claras, hoja de ruta, dinero, medios informativos, etc… El Gobierno: mantenerse en el poder.

Los secesionistas saben dónde están los puntos débiles de Sánchez. Tanto que a su última rebelión en toda la regla —"Solo aceptaré la absolución de los presos"— respondió el Gobierno mandando a la ministra portavoz y a su Secretario de Estado, Miguel Ángel Oliver, a paporrear 'paqueiradas'. Por cierto, que Oliver si podría dar alguna lección a sus jefes evidenciando que se puede convivir en el gobierno de coalición con el centro-derecha constitucionalista. Él mismo lleva años casado, dicen, con la periodista Rosario Domínguez, jefa de prensa del alcalde Terol en Boadilla y muchos años más trabajando para el PP.

Resumiendo: los secesionistas saben de la debilidad de un Gobierno que, además, rompió la unidad del constitucionalismo en Cataluña. Tienen una ventaja: disponen de ideas claras (república catalana), hoja de ruta, dinero, medios informativos, etc… El Gobierno: mantenerse en el poder.

Creo en el Estado y su permanencia para defender a los más desfavorecidos, pero si de algo me alegro ante la soflama separatista recién publicitada por Torra es que ha dejado como auténticos propagandistas sin fuste a los que venían sosteniendo que Pedro Sánchez —con su posición genuflexa ante las posiciones feudales/carlistas de los rompedores— sería capaz de fumarse de una calada el quilombo catalán y salvar a España en plan campeador.

Quim Torra Fernando Grande-Marlaska