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El Gobierno, en llamas
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Graciano Palomo

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El Gobierno, en llamas

La economía se le va de las manos y hace como que no se entera. Se envuelve en palabrejas obvias para alentar el gasto mientras las pruebas de su plagio son abrumadoras

Foto: Dolores Delgado en el Congreso. (Reuters)
Dolores Delgado en el Congreso. (Reuters)

Hay una orgía de dichos clásicos que se podrían aplicar al gobierno de un señor apellidado Sánchez que está encantado de haberse conocido y que no se besa porque no llega. Desde el "no hay peor ciego que el que no quiere ver" al "dime de qué presumes y te diré de lo que careces…".

Formas y fondo. "Presido un gobierno fuerte y unido…", dijo en Nueva York casi al mismo instante en el que el país entero se descojonaba con las grabaciones de Dolores Delgado que han dejado sobre el mantel nacional toda la podredumbre, mentira y cinismo que anida en torno a un gobierno "feminista, liberal y europeo" que no se sostiene allá por donde se quiera mirar. Tan fuerte y unido que a los cien días de llegar al poder —¡de aquella manera!— no se hablan entre ellos, manda quien no debiera (Garzón), se describe un mirar de reojo no sea que te graben. Tan fuerte que no es capaz de presentar nada propio ya sea en aforamientos (Ciudadanos), ya sea en la eliminación impositiva en la generación de energía (PP).

Es el propio presidente el que está en cuestión. Ha ordenado a Delgado, y se supone que a Garzón, que resistan a toda costa

Es el propio presidente el que está en cuestión. Ha ordenado a Dolores Delgado, y se supone que a Baltasar Garzón (no hay que olvidar que Delgado pidió permiso a Garzón para hablar de Marlaska), que resistan a toda costa como manera de defender su trasero. ¿Gobierno fuerte? Zarandeado a diario por todos los vientos ya sean secesionistas catalanes, nacionalistas vascos, morados podemitas porque saben que Sánchez les debe lo que es y ante el menor requiebro lo mandan a paseo. Es tan fuerte que un día promete publicar la lista de amnistiados fiscalmente y al siguiente se olvida porque entre ellos hay amigos del PSOE o del PSOE mismo. Es tan líder que promete una tasa a la banca y por la tarde se arrodilla ante la amenaza de Botín de abandonar España. Es tan temido internacionalmente que se opone frontalmente al CETA, se va a arrodillar ante el canadiense Justin Trudeau y el Tratado de Libre Comercio le parece una maravilla. Estos son hechos, no opiniones.

La economía se le va de las manos y hace como que no se entera. Se envuelve en palabrejas obvias para alentar el gasto público mientras las pruebas de su plagio son tan abrumadoras, a la par que evidentes, que cada vez que se le saca este asunto trastabilla como un infante de pecho. Si continúo se me acaban los 'bytes'.

Foto: El presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el 'president' de la Generalitat Quim Torra. (EFE)

De modo y manera, señoras y señores, que ante ustedes el gobierno más "fuerte, unido, europeísta, feminista, progresista, capaz, liberal, cohesionado, independiente, parlamentariamente fuerte y ganador de cuantas elecciones se le han presentado, del mundo mundial y parte del cosmos…".

—"¡No acepto chantajes…!, ha dicho orondo y chuleta "made in Chamberí" el señor jefe del Gobierno.

Será el de Villarejo, suponiendo que sea el excomisario encarcelado (que es mucho suponer) el que esté filtrando los audios obscenos de la ministra obscena. Porque el chantaje de los PDeCAT, ERC, Podemos, PNV, Mareas (varias) es algo que se puede describir diariamente. Algo que se ve y se escenifica en el Congreso cada sesión de control. ¿Verdad Tardà? ¿A qué es así Iglesias?

¡Y, usted sin enterarse de que Pedro Sánchez es el presidente…! "Soy el presidente!" ¿Decente?

Hay una orgía de dichos clásicos que se podrían aplicar al gobierno de un señor apellidado Sánchez que está encantado de haberse conocido y que no se besa porque no llega. Desde el "no hay peor ciego que el que no quiere ver" al "dime de qué presumes y te diré de lo que careces…".

Dolores Delgado Pedro Sánchez Baltasar Garzón