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El humo de la chimenea 'monclovita'
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Graciano Palomo

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El humo de la chimenea 'monclovita'

Me ha sorprendido sinceramente que un gobierno que teóricamente se tilda de liberal y europeísta haya salido en tromba a matar a los mensajeros

Foto: Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa. (EFE)
Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa. (EFE)

Dicen que el palacio de la Moncloa —antiguo pabellón de caza de reyes y reyezuelos— tiene una maldición que pasa por alejar a sus inquilinos con el pueblo y su realidad.

Pudiera ser en general, pero el caso de Pedro Sánchez es singular, quizá porque se trata, en efecto, de un dirigente capaz de interpretar el mundo en clave de fa. A Adolfo Suárez, el conductor del Cambio, se le agotó la gasolina después de cinco años; a Felipe González le duró catorce; a José María Aznar, ocho (por voluntad propia); a Zapatero, siete; Rajoy, 7,5.

Me ha sorprendido sinceramente que un gobierno que teóricamente se tilda de liberal y europeísta haya salido en tromba a matar a los mensajeros porque no le gustan lo que pregonan. La vicepresidenta Calvo ha pedido incluso legislar específicamente contra los medios que difunden mentiras; exactamente igual, aunque con menos agresividad que el presidente Trump, con el que recientemente se fotografío orondo y satisfecho el matrimonio Sánchez. La ministra portavoz (la del chalet de 1,5 millones no declarado) ha recorrido la misma senda y el bueno de Iván Redondo llama despavorido por un quítame ahí esas pajas.

placeholder Pedro Sánchez junto a Donald Trump en Bruselas. (Reuters)
Pedro Sánchez junto a Donald Trump en Bruselas. (Reuters)

Hace unos días publiqué en este mismo diario con mi nombre y apellido una extensa aproximación al alma del gurú monclovita que ahora también lo es de Ferraz por voluntad expresa del comandante en jefe. Sé que a algunas se las ha llevado el diablo porque consideran que el vasco lleva el báculo de Sánchez a Ferraz por encima de todos los militantes/dirigentes.

Creo, sinceramente, que ello es un signo de modernidad. Pero también perfila otro corolario: a Sánchez el PSOE le importa como instrumento de poder personal por encima de las tesis de Bad Godesberg.

Supongo que se me entiende todo.

Dicen que el palacio de la Moncloa —antiguo pabellón de caza de reyes y reyezuelos— tiene una maldición que pasa por alejar a sus inquilinos con el pueblo y su realidad.

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