Cambio de rumbo en CEOE

Juan (Joan) Rosell culminará sus siete años al frente de la patronal CEOE el próximo 21 de noviembre. Con luces y con algunas sombras, el barcelonés vuelve a sus predios después de haber navegado en aguas procelosas durante un septenio. Como sucede tantas veces en la vida al final le perseguirá (o no) su visita "privada" a la cárcel de Lledoners para visitar al preso Oriol Junqueras.

A un catalán le sucederá un bilbaíno al frente de esa organización que Marcelino Camacho denominaba con gran énfasis "gran patronal" y sobre la que dejaba estallar sus prejuicios de viejo y acendrado comunista lo cual nunca le impidió hacer análisis objetivos de la realidad (como hacen los buenos marxistas) y ser más pactista que la Paca.

Antonio Garamendi cuenta ya con el apoyo de todos los sectores empresariales que se integran en CEOE. No es un nuevo en la plaza y tampoco hay que explicarle dónde está el cuadro de luces en el cuartel general de Diego de León. Preside Cepyme desde hace años, siempre con la oreja pegada al surco. Habrá, sin duda, un más que descriptible cambio de rumbo al frente de la representación empresarial española, eso sí, sin sobresaltos y aplicando la filosofía del vasco: sentido común, realismo y estabilidad. Es lo que lleva tiempo demandando a los dirigentes políticos en los que encuentra mucho ombligo y escaso interés por lo "general".

Antonio Garamendi cuenta ya con el apoyo de todos los sectores empresariales que se integran en CEOE

Objetivo: racionalidad. Ingrediente aplicado entre el empresariado, como parte fundamental en un país moderno y libre, y los representantes públicos. No es necesariamente optimista Garamendi al analizar la situación actual del país. Si hay, y la hay, desaceleración económica no parecería el mejor momento para asomarse a la ventana y cantar '¡Viva Cartagena!' y tratar de emular a Robin Hood en los bosques de Sherwood.

¡Ojo a Garamendi que es de Bilbao!