Venezuela: de Errejón a ZP

"No te engañes, el chavismo hace tiempo que hubiera saltado por los aires si Maduro (antes Chávez) no estuviera sujetado por los cubanos…" me confiesa uno de los hombres más representativos de la extinta sociedad civil venezolana y más perseguidos por el régimen caribeño/bolivariano (por este orden) y exiliado en Madrid, cuyo nombre guardo en el anonimato para que el terrible Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) no le vuelva a poner grilletes.

El castrismo recogió en los brazos del comandante Fidel y su hermano Raúl al coronel golpista Hugo Chávez como si fuera una criatura nacida en su propio regazo. El sucesor, Nicolás Maduro, pasó catorce años en la "isla grande" amamantado en las ubres del comunismo cubano. Ahora, como mínimo, hay 25.000 cubanos —militares, maestros, médicos— en la patria preferida de Simón Bolívar y al decir de los expertos son los que realmente mandan y dirigen los destinos de tan atribulada tierra y sus gentes.

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Venezuela, uno de los países más ricos del mundo envuelto en los harapos de la satrapía y la miseria, se ha convertido en España en un asunto de debate interno por razones obvias. También en Francia, por ejemplo, pero menos.

Me produce asombro y hasta sonrojo que algunos de sus próceres políticos de la actualidad que se desgañitan exigiendo libertad y pan, aquí (con toda razón) se pongan tan exquisitos a la hora de defender a un régimen que ha liquidado el mínimo resquicio en las libertades y tiene sumido a su pueblo en las profundidades de las carencias, incluso, para sobrevivir. Hay algo que no conocemos… todavía.

Sin ir más lejos, el "moderado" con tintes "socialdemócratas" dentro de "Podemos", Iñigo Errejón, ha intentado salvar el pellejo del chavismo afirmando que las cosas en aquel trozo del Caribe marchan viento en papas "porque los venezolanos hacen tres comidas al día…". Repito: tres comidas al día. ¡Vaya con el muchacho! Un revolucionario de salón que se conforma con eso en el país, repito, con más recursos naturales del mundo. ¿Libertad para qué, don Iñigo?

Luego, viene lo de Zapatero, el más grandioso estadista que nunca parió el inmortal reino de León. ¿Cuándo nos explicará el expresidente quién paga sus andanzas/mandangas en Venezuela? ¡Cuánto le temerán al "Maquiavelo de León" que la Asamblea Nacional —con votos chavistas sumados a los de la oposición democrática— le ha vetado como "mediador", sencillamente, porque don José Luis no es capaz de ver lo que está a ojos de todo el mundo!

Algo se mueve por aquellos lares. No me han explicado, por ejemplo, qué hacía un juez nacional venezolano en ejercicio almorzando en un recurrido restaurante del barrio de Salamanca amigablemente con uno de los abogados más significados contra la dictadura.

Cuando arrojen al caimán a las profundidades y conozcamos algunos secretos hoy velados estoy seguro que para más de uno de los nuestros será el llanto y crujir de dientes.