PS ante la tumba de Machado y Azaña

Los del botafumeiro rápido y oloroso a Pedro Sánchez —están encantados de que los lleve en excursión en el avión presidencial— escriben acerca de una posible visita de Pedro Sánchez a las tumbas del poeta Antonio Machado en Coillure (Francia) y del presidente que fuera de la II República, Manuel Azaña, en Montauban (Francia). Viaje (en Falcon, seguro) para, en cierta manera, justificar la Memoria Histórica que enfrenta a los españoles.

Se trata a bote pronto de una de las ideas por las que cobra Iván Redondo, el hombre archivo. Ideas propias tiene pocas, pero como rata de biblioteca es un genio. Antonio Machado es un icono irrenunciable para cualquier español de bien, independientemente del "torpe aliño indumentario" de cada cual. No debería intentar apropiarse de algo que es de todos.

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Juanma Romero

Manuel Azaña fue un gran intelectual, enteramente español, que intentó lo que pudo para hacer mejor a su país. Con errores enormes que le provocaron su ego incontenible y algunos aciertos. También es patrimonio común desde que en los inicios de la Transición el rey Juan Carlos dio carta de naturaleza en México a su viuda, Dolores Rivas. Azaña odió más a los secesionistas catalanes —recordar sus famosas frases cuando sobrevolaba Barcelona— que a los dirigentes de la CEDA.

Recomiendo al señor presidente que antes de girar visita y homenaje a don Manuel, el señor Redondo le preste un ejemplar de 'La velada de Benicarló'

Recomiendo vivamente al señor presidente del Gobierno que antes de girar visita y homenaje a don Manuel, el señor Redondo le preste un ejemplar de 'La velada de Benicarló', libro escrito en las postrimerías de la Guerra Civil. O si es demasiado para su intelecto que el propio Iván le haga a toda prisa una ficha técnica con los contenidos esenciales de la obra.

Más que nada para que no haga el rídículo ante la tumba de Montauban, adornada ahora con una monumental escultura del artista galo Christian-Andrè Acquier.