Cierren el Palacio Real para doña Begoña

Con un cierto asombro, y mucha más preocupación democrática, he leído la noticia (cierta) según la cual Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, pidió que cerraran el Palacio Real para una visita privada al real recinto con sus hijas.

Dicen que hizo la gira al mismo tiempo que su santo marido aleccionaba a los poderosos del mundo en Davos (Suiza) acerca de la imperiosa necesidad de combatir la "Desigualdad". ¡Bravo! Menos mal que le hace caso su mujer…

Son los tics lo realmente preocupante. Si Sánchez recuerda constantemente "soy el presidente… porque soy el presidente…" la mujer, ídem. Supongo yo que a las hijas, que también saben que son "las hijas del presidente…", les apetecía visitar tan grandioso caserón, se lo comentaron a su madre y esta les quiso demostrar que, oigan, "soy la presidenta…". Dicho y hecho, llamadita, cierre para el vulgo (¡viva la igualdad!) y 'pa' dentro. Con guía exclusivo y supongo que con el presidente del Patrimonio Nacional al lado.

No pudieron quedarse al besamanos real durante el último 12-O, pero ahora tienen todo el palacio para la familia que para eso se apellidan Sánchez. ¡Con un par!

Conociendo un poco a don Pedro esas ostentaciones lo privan; soñaba con ellas cuando era un ignoto concejal suplente en el Ayuntamiento de Madrid y visitaba —porque otros dirigentes no querían— las tertulias televisivas de VEO7. Ahí conocí al susodicho y, lo juro, por el talento demostrado jamás creí que llega a tanto como presume.

Si gana unas elecciones y continúa en el poder mandan cerrar el Kremlin. El Palacio de Miraflores en Caracas, no, porque para entonces el sátrapa se cocerá en su propia salsa.

Este señor es un genio. ¿Votos y pudor? ¿Para qué?

Poder.