Es noticia
Leyenda negra II: destruir España
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Leyenda negra II: destruir España

Manipulan, mienten, tergiversan sin importarles el costo ni el dolor. A resultas de todo esto vemos cómo un Estado, miembro de la Unión Europea, está inerme ante el acoso

Foto: El ministro de Exteriores, Josep Borrell. (EFE)
El ministro de Exteriores, Josep Borrell. (EFE)

Josep Borrell, tan contradictorio como pagado de sí mismo, amarrado al poder como percebe a la roca, lo expresa todo en su rostro cuando las cámaras de televisión le enchufan al lado del presidente y de la vicepresidenta en el banco azul.

Se le ve incómodo, contrariado, como si pensara que lo que ve y oye no estuviera ocurriéndole a él. Pero lo está. Mantiene discursos contrarios —en ocasiones muy contrarios— en un asunto clave como es la permanencia del Estado con sus teóricos jefes dentro del Ejecutivo; estoy convencido de que en su fuero interno (…y algo externo) piensa que es muy superior intelectual y moralmente a ellos. ¡Así es la vida, mi querido Pepe!

Foto: El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. (EFE)

Bien. El jefe de la diplomacia española ha dicho que los independentistas —gracias a los cuales es ministro— no cesan en esparcir por el mundo una "Segunda Leyenda Negra", poniendo a los españoles de la actual hora y a las instituciones que les representan como un guiñapo, inexportables en el mundo civilizado. El objetivo es claro, según el inquilino de Santa Cruz: "Destruir España…".

¿Es admisible que un puñado de espíritus del medioevo vitupere, insulte, escupa de forma permanente a una sociedad adulta y democrática?

Manipulan, mienten, tergiversan sin importarles el costo ni el dolor. A resultas de todo esto vemos cómo un Estado, miembro de la Unión Europea, está inerme ante el acoso. Pero, ¿qué o quién es el Estado? Somos nosotros los españoles contribuyentes desde Finisterre al Cabo de Gata. ¿Es admisible que un puñado de espíritus del medievo vitupere, insulte, escupa de forma permanente a una sociedad adulta, constitucional y democrática? ¿Resulta comprable que 47 millones de ciudadanos europeos, libres y conscientes sean pisoteados en su dignidad a diario por una pandilla de antiguos usureros?

Es lo que Josep Borrell, con gran acierto, ha llamado la II Leyenda Negra.

Van ganando.

Josep Borrell, tan contradictorio como pagado de sí mismo, amarrado al poder como percebe a la roca, lo expresa todo en su rostro cuando las cámaras de televisión le enchufan al lado del presidente y de la vicepresidenta en el banco azul.

Josep Borrell Unión Europea