La precampaña y las listas

Restan algo más de 40 días para las elecciones legislativas y la sensación de hartazgo que se respira entre la ciudadanía por mor de la orgía de despropósitos con la que a diario nos agasajan aventura un fin de fiesta agotador.

Sigo sin conocer propuestas serias, realistas y creíbles ante problemas serios. Solo observo egoísmo, ambiciones pequeñas, codazos por los puestos y vuelos gallináceos.

En el PSOE nadie resiste a Pedro Sánchez. Todo aquel que tenga alguna deuda del pasado con el leviatán monclovita será pasado a cuchillo. Susana Díaz, cautiva y desarmada, ya ha entregado la cuchara. De Page se sabe lo que se espera, nada, rendición al poder. Solo el aragonés Lambán, quizá por aragonés, ha mantenido un imperceptible pulso que sabemos de antemano quién ganará.

Opinión

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Graciano Palomo

En el PP suenan algunos tambores de guerra por fichajes cuando menos sorprendentes y no argumentados. Javier Maroto es el que está al timón y se ha descubierto como un 'Beria' implacable. ¡Ya veremos! Si el resultado no es aceptable volverá a brillar el resplandor de las navajas albaceteñas y el noroeste se pondrá en marcha. Indefectiblemente. Porque se puede hacer una precampaña mejor.

En Ciudadanos el cristo es monumental. ¿No habíamos convenido que llegábais para hacer cosas distintas a las que hacían los que ya estaban? ¡Un poco de por favor, leche! Desde el fichaje de Silvia Clemente —¿quién te informa, Albert?— al desembarco en la Meseta todo aparece como un completo despropósito… Y eso que funciona la telemática interna.

En Podemos resulta difícil distinguir ya a unos de otros y a qué grupúsculo hay que votar y qué significa cada cual. Es un carajal de siglas y ambiciones (en muchos casos perentorias, para seguir en la mamandurria y poder comer, que diría el siempre becario Íñigo Errejón) que parece ayudará mucho a Pedro Sánchez con la también inestimable ayuda de Santiago Abascal, a seguir en el machito y en el Falcon.

¡Panorama!