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Tras el confeti, toca trabajar
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Graciano Palomo

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Tras el confeti, toca trabajar

Esperan grandes problemas por resolver. Asuntos capitales que afectan de plano a la vida y su discurrir de los ciudadanos que son, al fin y a la postre, los que pagan todas las fiestas

Foto: Un hombre vota en las elecciones generales del pasado domingo. (EFE)
Un hombre vota en las elecciones generales del pasado domingo. (EFE)

Aunque dentro de nada tendremos nuevas elecciones (26-M), lo cierto es que el interrogante acerca de quién mandará en este país durante los próximos cuatro años ha sido despejado. El pueblo firmó su sentencia y como demócratas no hay nada que objetar. Punto.

Cierto es que está por decidir quién gobernará comunidades autónomas, ciudades y pueblos de España y que, por lo tanto, los amos de los grandes partidos no moverán una uña hasta pasado el 26. Pero va siendo hora de tomar papel y lápiz y ponerse a currar un poquito. En un momento en el que la llamada clase política cosecha en su conjunto el más afilado desprestigio desde la restauración democrática.

Foto: Pedro Sánchez celebra el resultado de las elecciones generales. (Reuters)

Esperan grandes problemas por resolver. Asuntos capitales que afectan de plano a la vida y su discurrir de los ciudadanos que son, al fin y a la postre, los que pagan todas las fiestas. Entre ellos, uno político por encima de todos: Cataluña. El pueblo echó a los tontos del PP, puso fin a los "marmolillos" Rajoy/Soraya; los españoles dieron un puntapié a la "derechita cobarde" que no supo aplicar con rigor (dicen) el artículo 155… Bien, sí, todo eso es verdad. Pero por fortuna han llegado los listos que pondrán el quilombo referido a remojar. ¡Vamos a ver lo que su listeza da de sí! Estoy como loco por comprobarlo.

Luego vendrían otros estructurales y que, lejos de los vuelos gallináceos de los independentistas, también afecta a otros pueblos del mundo libre y desarrollado. Para empezar, la crisis económica que está llamando a nuestras puertas. Luego, cómo hacer real la revolución del mérito, algo que mantiene a España como una nación nepotista y semicorrupta. Las desigualdades no se corrigen con meras palabritas. Ahí está gritando la "España vaciada", exigiendo una mera solución de supervivencia.

Las desigualdades no se corrigen con meras palabritas. Ahí está gritando la "España vaciada", exigiendo una mera solución de supervivencia

Nuestra dependencia energética; el mantenimiento y cambio del modelo turístico. Cómo ponerse de acuerdo para mantener los casi 11 millones de pensionistas sin que todo se vaya al garete. Cómo ponerse de acuerdo en apuntalar uno de los mejores modelos sanitarios públicos que cuesta lo que ya no podemos pagar. Y así hasta una docena de asuntos que requieren atención y bisturí.

Se acabó la diversión… ¡Llegó el comandante y mandó parar…!

Aunque dentro de nada tendremos nuevas elecciones (26-M), lo cierto es que el interrogante acerca de quién mandará en este país durante los próximos cuatro años ha sido despejado. El pueblo firmó su sentencia y como demócratas no hay nada que objetar. Punto.

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