La decisión de Rivera

Oigo por todos los lados, algo que se da como una verdad revelada, que Albert Rivera y sus conmilitones tienen tomada ya la decisión de pactar con Sánchez ("No es SÍ") en ayuntamientos, comunidades autónomas, diputaciones y otras instituciones públicas en los que su aquiescencia resultará fundamental para sustanciar equipos de gobierno.

Sinceramente, lo ignoro. Lo que en modo alguno pondría yo mi mano en el ascua es en lo referido al gobierno de la nación. De alguna manera, Pablo Casado, su gran competidor, le está empujando para que apoye la investidura de Sánchez y, por ende o casi, entre a formar parte de ese gobierno nacional que tiene que constituirse cuanto antes. Los que mantienen esa tesis se refugian siempre en las presuntas presiones que el IBEX (por entendernos) que Rivera estaría recibiendo para no dejar solo a Sánchez ante las huestes despeinadas de Pablo Iglesias.

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EFE

Tampoco me constan esas presiones; el hecho de que un grupo de empresarios, o todos los empresarios, prefieran esa opción de tener ministros naranjas en el gran poder ejecutivo de la nación no significa más que eso. Y además, ese 'desiderátum' es algo obvio y lógico.

Si Albert Rivera opta por ello habrá abandonado el espacio que le ha robado durante los últimos años al PP, y Casado le tendrá que dar las gracias.

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E.P.

Parece obvio que en el centroderecha está el juego a futuro siempre y cuando Pedro Sánchez no se instale definitivamente en el Olimpo…¡qué podría! El PP lo tiene más fácil diluir el efecto de VOX que comerse los caramelos de sabor naranja de Ciudadanos.

Es un decir…