Sánchez: vino y rosas... ¿Hasta cuándo?

Habrá que reconocerle a Pedro Sánchez que la 'baraka' personal de la que tanto presumía Rodríguez Zapatero ha caído madurita en su regazo. Ha tenido un año repleto de vino y rosas, prácticamente sin levantar un dedo ni haber sudado la camiseta, y ahí le tienen, orondo y marcando paquete.

Tiene por delante cuatro años expeditos en lo político. Pese a los requiebros de Podemos que busca ministerios, aunque sean de Marina; pese a las amenazas de ERC y los arrumacos de tanto pelota que rebota a su alrededor. Es decir, vive los mejores momentos de su azarosa vida política y no aparecen especiales nubarrones que puedan entorpecer su rutilante carrera hacia un poder sólidamente constituido.

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Iván Gil

No hay alternativa interna; no tiene alternativa exterior por la división y el encabronamiento del centroderecha y los otrora poderes fácticos son una mala caricatura de lo que fueron. Los empresarios están rendidos; el Ejército como grupo de presión no existe y la Iglesia es tan marginal, tan desprovista de la más mínima 'auctóritas' que monseñor Blázquez tendrá que ir de peregrinación a postrarse de rodillas ante el nuevo Sandokán del gran poder español. Irá acompañado por su vicesecretario general para Asuntos Económicos, el gran fariseo Giménez Barriocanal que solo entiende de dinero.

Aquí la última portera es capaz de derribar a un primer ministro y los mismos que te auparon a la poltrona pueden clavarte el aguijón

Después de lo que le ocurrió a su antecesor en Moncloa debería tentarse la ropa. Aquí la última portera es capaz de derribar a un primer ministro y los mismos que te auparon a la poltrona (independentistas) puede clavarte el aguijón hasta el tuétano. Cataluña sigue siendo el problema pero los secesionistas han aprendido ya que se vive mejor con un socio desgreñado que con un enemigo mortal.

El gran peligro que puede amenazar su andadura es, sin duda, la crisis económica que se acerca con sigilo pero firme. Ya veremos si cuando la caja esté exánime saca tanto pecho y el falcón resuena tan alegre. Sánchez, junto con su "Rasputín" Iván Redondo, ha demostrado saber sacar ventaja en los braserillos y las pequeñas conspiraciones y maldades de salón. Ahora lo que tiene que demostrar es que tiene algún destello de capacidad para dar agua mientras cambia las cañerías.

¡Se admiten apuestas…!