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La otra batalla: el pulso Antena3 / Telecinco
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Graciano Palomo

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La otra batalla: el pulso Antena3 / Telecinco

¿Informar? ¿Dar espectáculo? ¿Seriedad? ¿Rigor? ¿Liarse la manta a la cabeza en busca desesperada de audiencia?

Foto: Susanna Griso en 'Espejo Público'. (Atresmedia Televisión)
Susanna Griso en 'Espejo Público'. (Atresmedia Televisión)

Hace unos días, el presidente de uno de estos grandes grupos de comunicación reunió en torno a un copioso elenco de opinadores —cada uno hijo de su madre y de su padre— para informar sobre los 'inputs' industriales y mediáticos que conforman el basamento esencial de su actividad que tiene, por ende, un importante impacto en la sociedad española.

La cuestión es siempre la misma. ¿Informar? ¿Dar espectáculo? ¿Seriedad? ¿Rigor? ¿Liarse la manta a la cabeza en busca desesperada de audiencia? Llegados a este punto las posiciones están claras. 'Espejo Público', el programa estrella informativo de Antena3, no monta líos, ni follones. Encara la actualidad del día, en ocasiones se adelanta, sobre los hechos objetivos que ocurren en el país ya sean de orden político, económico, social o de sucesos.

Foto: Todos los miembros de Uteca, junto a Pedro Sánchez (c), presidente del Gobierno. (EFE)

Esa posición permite generar "titulares" que luego otros medios persiguen. Porque son creíbles y no impostados. He preguntado a no pocos televidentes adictos a EP la razón de su enganche al programa. Son serios e informan. El espectáculo anda por otros lares.

En cuanto a la opinión que se transmite a propósito de los "hechos informativos" cotidianos ninguna cabeza en su sano juicio puede escatimar la pluralidad de las personas que pasan desde primera hora de la mañana por ese plató. Todos los puntos de vista, todas las sensibilidades, lo cual no quiere decir esto que sea matemático. Pero hay una ascética en el equilibrio.

Foto: El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada. (EFE)

Asunto este nada baladí en los sectarios tiempos que corren. De RTVE, ni merece hablar. Hace un año entró por derecho propio en la marginalidad, eso sí, con mil millones del sufrido contribuyente.

Hace unos días, el presidente de uno de estos grandes grupos de comunicación reunió en torno a un copioso elenco de opinadores —cada uno hijo de su madre y de su padre— para informar sobre los 'inputs' industriales y mediáticos que conforman el basamento esencial de su actividad que tiene, por ende, un importante impacto en la sociedad española.

Atresmedia RTVE