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Graciano Palomo

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Agosto no debería existir

Los despropósitos de estos días de fuerte canícula confirman que no es un buen mes para la lírica, al menos la coherente y con mínimo de sentido común

Foto: Teodoro García Egea, junto a Pablo Casado, en el debate de investidura. (EFE)
Teodoro García Egea, junto a Pablo Casado, en el debate de investidura. (EFE)

¿Por qué afirmo lo que titulo? Sencillamente, porque la orgía de despropósitos pronunciados durante estos días de fuerte canícula confirman que agosto no es un buen mes para la lírica, al menos la coherente y con mínimo de sentido común.

Los que han sacado 66 diputados postulan a su jefe de fila como "candidato alternativo" a la presidencia del Gobierno, ignoro con qué intención salvo hacer el ridículo. ¿Están en sus cabales cuando distribuyen tamaña insensatez? El que si es jefe del Gobierno y no lo parece se va a Marivent para afirmar —todo serio y atildado, oiga— que los españoles "no quieren elecciones" y acto seguido le mete un misil a Pablo Iglesias ("la desconfianza es mutua") lo cual viene a imposibilitar de facto cualquier tipo de acuerdo. Reclamar a Casado y Rivera que le apuntalen en Moncloa es como cantar una jota en Ghuanzung (China).

Foto: El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, hoy en Santander (Cantabria). (EFE)


Los cachorros de Puigdemont (Arran), tan violentos y agresivos con los cristales que recuerdan a noches teutonas, se han aposentado en Mallorca para arremeter contra turistas, coches de alquiler, hamacas, tumbonas y todo lo que se mueve. Quieren que los "invasores" se vayan. Lo que no han dicho es de qué vivirá una isla que tiene su monocultivo precisamente en el turismo. Son los mismos que atacan en Sabadell a una fabricante de prendas femeninas que han osado colocar la bandera nacional a título de envoltorio.

Sánchez que se puso el Aquarius por bandolera nada más llegar al poder, ahora deja el Open Arms a su albur y ni siquiera es capaz de levantar el teléfono para pedir a la Unión Europea que reparta los 121 emigrantes/refugiados hace escaso tiempo en alta mar.

Torra se propone atacar España en sus fiestas nacionales mientras sus sicarios recorren el mundo —con nuestro dinero— poniéndonos a escurrir y, si la pobre delegada del Gobierno no lo impide, utilizará el atentado de las Ramblas para homenajear a los golpistas presos o los presos golpistas. La lista sería interminable. Pero no tengo el día para depresión ni melancolía.

¿Por qué afirmo lo que titulo? Sencillamente, porque la orgía de despropósitos pronunciados durante estos días de fuerte canícula confirman que agosto no es un buen mes para la lírica, al menos la coherente y con mínimo de sentido común.