Peor, evitar elecciones

Tal y como está el patio habría que aplicar el viejo adagio popular: lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible. Se puede observar el actual mapa parlamentario como a uno le venga en gana, desde cualquier óptica. Calculadora en mano, la conclusión será la misma: resulta de todo punto imposible ofrecer a los españoles lo que están pidiendo: un Gobierno capaz de afrontar los retos con un mínimo de garantías.

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Paola Bruni

Porque se puede investir un presidente, claro. Puede este cooptar un Gobierno de hasta veinte ministros, naturalmente. Y hasta de treinta. Lo que es ya más difícil es que ese Gobierno pueda sacar adelante y al albur de la democracia parlamentaria reformas, leyes y otro tipo de figuras con las que afrontar unos retos de gran calado que ahora mismo se plantean a la gobernabilidad de España.

Sencillamente, no es posible. Se requiere un mínimo de coherencia, una miaja de acuerdo en los asuntos fundamentales entre las distintas fuerzas que podrían muñir un proyecto de cohabitación a corto y medio plazo (economía, Europa, impuestos, permanencia del Estado, etc.), y eso, sencillamente, no es posible si cada cual mantiene sus posiciones numantinas.

Lo peor, con los datos encima de la calculadora y con una mínima perspectiva, es evitar las elecciones

Gentes muy próximas a Sánchez así lo creen también. De ahí, que me haya sorprendido (una golondrina no hace verano) el mensaje del rey Felipe a favor de persistir en la XIII Legislatura "non nata". Porque ni Ciudadanos le va a hacer ningún caso (abstención), ni el PP de Casado se parará un segundo a pensarlo, ni, entiendo yo, Pablo Iglesias está dispuesto a vender su palabra y su vademécum por nada.

Un Gobierno tiene sentido cuando dispone de alguna capacidad de maniobra. Pero cuando ni siquiera puedes aprobar los Presupuestos… Sabemos bien en España a qué conduce los juegos políticos de salón… ¡A la nada! Concluyo: es mejor ponerse una vez rojo que veinte colorado. Lo peor, con los datos encima de la calculadora y con una mínima perspectiva, es evitar las elecciones. Y que el pueblo, tan sabio, decida.