Llanto español por una Argentina irredenta
Macri fue elegido para acaudillar la antorcha de la regeneración en un país con instituciones degeneradas y para poner coto a cien años de inestabilidad y corrupción
El "fiasco Macri", suma y sigue. El gran empresario que había convencido a los argentinos de que el país en sus manos podía dejar atrás toda la obscenidad del pasado ha demostrado ser incapaz de superar el detritus de un peronismo/populismo levantado sobre trigales movedizos.
Hace unos pocos meses volvía la amenaza de otro "corralito", la palabra maldita para un pueblo mitad soberbio, mitad desesperanzado al que sus dirigentes, uno tras otro, han engañado, robado y masacrado.
Refleja bien a las claras que aquel país sudamericano está dispuesto a inmolarse de nuevo y chapotear en políticas corruptas e irresponsables
Macri fue elegido para acaudillar la antorcha de la regeneración en un país con instituciones degeneradas y para poner coto a cien años de inestabilidad y corrupción, tras décadas de cáncer peronista y de proclamas demagógicas. Conozco bien la nación de mis ancestros. Un inmenso país con escasa población —gran parte de ella esparcida por todos los lugares del mundo—, dividido a muerte entre unos y otros, incapaz de ofrecer al mundo una imagen de solvencia y credibilidad que sus grandísimos recursos exigen. Que una gran mayoría de argentinos hayan preferido al candidato kirchnerista (Alberto Fernández) en las recientes elecciones primarias —después de que su "hereu" Cristina esté inmersas en más de doce delitos de "lesa patria"— refleja bien a las claras que aquel país sudamericano está dispuesto a inmolarse de nuevo y chapotear en políticas corruptas e irresponsables. Maduro, entre otros, debe estar feliz… Además, de Baltasar Garzón, claro.
Se puede llorar por Argentina. Evita, vive.