Palo Alto
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Madrid: hechos, no palabras
El gobierno regional de Díaz Ayuso se enfrenta a dos retos fundamentales. El primero, demostrar que, en efecto, es UN gobierno
Después de tanto aire acondicionado derrochado, por fin, la Comunidad de Madrid (CAM) tiene un gobierno o algo así, es decir, dos.
Un vistazo a los "currículo" de los nuevos consejeros puede apreciarse un cierto toque meritocrático (sin exagerar); como hay que decirlo todo, quizá donde menos brilla el mérito académico y profesional es, curiosamente, en Isabel Díaz Ayuso, la nueva y teórica jefa de ese ejecutivo madrileño. La política está hecha, fundamentalmente, de contradicciones, por un lado; y decisiones autocráticas, por otro.
Todo el mundo sabe a estas alturas que el grueso ideológico y estratégico del gobierno regional que desea contraponerse al gobierno Sánchez (en esto hay acuerdo total PP/Cs), lo marcará Génova 13, por un lado, y el despacho de Albert Rivera, por otro. Lo demás son cuentos. Tanto es así que han colocado a Javier Fernández-Lasquetty al frente de Hacienda, a Enrique López al frente de Justicia y a María Eugenia Carballedo al frente de Presidencia. Pero como hay que jugar sobre seguro, en la apuesta decisiva de Pablo Casado se ha confirmado al doctor Enrique Ruiz Escudero en Sanidad que es uno de los grandes caballos de batalla entre el centro derecha y la izquierda movilizada.
Rivera a Manuel Giménez en el cañón que más dispara en la CAM (Economía) y a Marta Rivera en Cultura que siempre representa un sutil toque de distinción entre los pijos liberales. O los liberales pijos.
El gobierno regional de Díaz Ayuso se enfrenta a dos retos fundamentales. El primero demostrar que, en efecto, es UN gobierno. Veremos si la alianza personal/política con Aguado, que consiguió la portavocía única y aspira, en buena lógica, a sustituir llegado el momento a su coaligada, funciona. O si, por el contrario, se inaugurará una etapa de trileros.
El segundo y más decisivo: que los administrados que, al fin y a la postre, son los que pagan, perciben con hechos que han llegado ahí para pensar en los contribuyentes o si hay una supremacía de ombligos.
Veremos.
Después de tanto aire acondicionado derrochado, por fin, la Comunidad de Madrid (CAM) tiene un gobierno o algo así, es decir, dos.