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La reina por la reina
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Graciano Palomo

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La reina por la reina

Sutilezas mediáticas al pairo, lo sustancial, va siendo hora, es conocer el alma de esposa del Rey; al final, entre tanto dime, aderezado con salsa rosa, es una profunda desconocida

Foto: La reina Letizia en la recepción del Palacio de la Almudaina. (Limited Pictures)
La reina Letizia en la recepción del Palacio de la Almudaina. (Limited Pictures)

Debo escribir y escribo que mi primera impresión cuando leí ('Letizia vuelve a la tele') fue considerar que la pobre Rosa María Mateo y la (estrepitosamente) fracasada directora de Informativos de TVE, Begoña Alegría, habían conseguido convencer a Letizia Ortiz, Reina de España, para que volviera a ser pareja profesional con Alfredo Urdaci.

Mi gozo en un pozo. Podría ser, con mucha suerte, la única manera de que la RTVE salga del estado de catatónica marginalidad en que las sujetas anteriormente mencionadas y sus bien apesebrados cuates (¡¿cuándo levantan una noticia propia?!) han dejado a la radiotelevisión pública (despojada de su inconmensurable talento).

Pues bien, resultó que se trata de un documental de una televisión alemana, redactado por una reportera alemana tras un año de seguir a la Reina española. No deja de ser variopinto que los españoles conozcan a 'Letizia inside' a través de un medio alemán cuando hay productoras audiovisuales en España con capacidad técnica suficiente para hacer como mínimo un trabajo aseadito.

Foto:  Letizia, en una imagen de archivo. (EFE)

Sutilezas mediáticas al pairo, lo sustancial, va siendo hora, es conocer el alma de esposa del Rey; al final, entre tanto dime, aderezado con salsa rosa, es una profunda desconocida. Como periodista que fue debe conocer (supongo) un principio básico del oficio: nadie ama lo que no conoce. Sé que tiene una pequeña corte de colegas que vehiculan nimiedades; no es eso; no es eso. Los españoles, paganos, hace horas que deberían haber tenido la oportunidad de acercarse a la Reina y, si se me apura, a la ciudadana Ortiz Rocasolano.

No me he querido creer las tonterías, envueltas en maldades, acerca de la primera dama española; entre otras cosas, porque tiene un marido cabal y como tal es percibido (al margen de la ideología de cada uno) por una inmensa mayoría de conciudadanos.

Pregunté a la periodista Julia Melchor si después de doce meses convertida en la sombra de Letizia no había caído en el conocido "síndrome de Estocolmo". Soltó una carcajada y en la carcajada se quedó. Lo más curioso es que no ha mantenido ni una sola entrevista con la inquilina de Somontes.

Cuando tenga la oportunidad de ver la 'peli' de la Reina, les cuento.

Debo escribir y escribo que mi primera impresión cuando leí ('Letizia vuelve a la tele') fue considerar que la pobre Rosa María Mateo y la (estrepitosamente) fracasada directora de Informativos de TVE, Begoña Alegría, habían conseguido convencer a Letizia Ortiz, Reina de España, para que volviera a ser pareja profesional con Alfredo Urdaci.

Rosa María Mateo RTVE