¿Alguien se preocupa por las cosas del comer?

Entiendo que una mayoría de españoles no estén al cabo de la calle de lo que ha ocurrido en Bruselas con el Brexit, ni siquiera cómo ha quedado el tema de los aranceles Europa/Estados Unidos. Porque no hay radio y televisión que no esté entregada al asunto catalán.

Puedo entender el monocultivo informativo, sin duda. Quizá los medios podrían tener alguna responsabilidad y llevar en el pecado la penitencia. Hay 47 millones de españoles, pero quien marca la agenda del país son dos millones —y a la baja— de independentistas rabiosos o casi. Cuando a un tipo con boina y vuelo gallináceo se le hace creer que es un estadista —caso solemne y con nombre Puigdemont, Torra, Budó, etc…— termina creyéndose que es de verdad.

Al jefe de Gobierno, un tal Sánchez, lo único que parece preocuparle son los temas catalanes —normal, porque llegó a presidente gracias a ellos, cosa que se ha olvidado fácilmente— y porque, en efecto, volverá a necesitarlos después del 10-N.

Al jefe de Gobierno lo único que parece preocuparle son los temas catalanes –normal, llegó a presidente gracias a ellos, cosa que se ha olvidado fácilmente

Hay dos millones de secesionistas, sí, y 45 millones de gente normal, que solo aspira a vivir su vida normal y a los que importa un carajo los "ensoñamientos" de los que no paran de darles al jarro. ¿Hay algún político en su sano juicio que se preocupa por los 45?

Voy a escribir algo que podría ser no políticamente correcto en los tiempos que corren. A esos 45 millones les empieza a importar una higa que los dos millones consigan sus propósitos. ¿Acaso los necesitan para algo? Y exigen que les dejen vivir en paz, con sus carencias, sus aspiraciones, sus asignaturas pendientes, sí, pero con sus ganas de vivir.

Punto. ¿Lo han oído, pesados?