Dos gallegos con toga

Luciano Varela, ya de vuelta 'jubilata' a Pontevedra, fue uno de los fundadores de Jueces para la Democracia, persiguió (jurídicamente) a Mariano Rajoy en su etapa de presidente de la Diputación y llegó hasta el Tribunal Supremo.

Fue desde siempre uno de los iconos de la izquierda judicial; ello no le impidió mandar a galeras a un coleguilla, Baltasar Garzón, cuando el amigo de la Kirchner se pasó espiando a abogados defensores. Varela ya fue partidario en su día de retirarle la toga cuando se descubrió que el exjuez estrella cobraba del Banco de Santander que entonces pilotaba don Emilio.

Dicen que Luciano, tan estirado como parece, ha sido el padre de las "ensoñaciones" y el que abdujo a Marchena para andar por el camino de la sedición. Prestigio tiene…"Peligro, también", me sopla uno de los que han sido sus colegas. Ahora ya a criar percebes.

Para peligro, Cándido Conde Pumpido (el hombre del PSOE en la Justicia), fiscal General del Estado (Zapatero) cuando salvó de la argolla a dos distinguidos militantes, José Bono y Pepiño Blanco. Anda revolviendo en el Tribunal Constitucional, siempre remando en la misma dirección. Desde distintos sectores le acusa de haber filtrado la sentencia. Daría igual, Cándido es inmune.