Palo Alto
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¿Dormir tranquilos con estos jueces?
¿Qué desmadre nos inunda? Un juez puede ir a la política, claro. Pero de la política no puede volver a vestir de negro como sucede a los militares que dan el lado oscuro de la existencia
El Consejo de Europa ha vuelto a llamar la atención a España por la forma de elegir el órgano de gobierno de los jueces. Es una vergüenza democrática que los partidos hagan política partidaria y sectaria a través del Consejo General del Poder Judicial y desde ahí en los tribunales superiores de Justicia en las comunidades autónomas. ¡Una vergüenza intolerable!
No es de recibo que el justiciable sepa de antemano cuál será la sentencia al conocer la filiación política del juez o los jueces que le juzgan. Ver a Joaquín Bosch o Ignacio González Vega, portavoces de la llamada 'progresista' 'Juezas y Jueces para la Democracia' —siguiendo la denominación de Podemos— pronunciarse un día sí y otro también en asuntos públicos, con todo el descaro del mundo, no parece el mejor ejemplo respecto a que la Justicia sea ciega y sorda. Más bien, al contrario. ¿Qué opina el pueblo llano que les paga y no precisamente mal?
El último suceso escandaloso de este progresismo (sic) sin igual, ha sido su aplauso entusiasta, felpudiano y obsceno al preacuerdo suscrito entre sus amigos del PSOE y sus amigos de Podemos. ¡Increíble! Ya decía el clásico, la Justicia es la política con otros medios (togas).
Lo mismo digo de un tal Enrique López, aquel de la borrachera en moto, entregado al poder del PP por un escuálido coche oficial de consejero autonómico. No puede volver a vestir la toga. Al igual que Marlaska, el gran beneficiario del PP que luego compensó Sánchez con un jugoso ministerio que le supera. O la ministra Robles que dicen dejará de cabrear a los uniformados para presidir el Consejo General del Poder Judicial.
Un juez puede ir a la política, claro. Pero de la política no puede volver a vestir de negro, como sucede a los militares que pasan al lado oscuro
Pero ¿qué es esto? ¿Qué desmadre nos inunda? Un juez puede ir a la política, claro. Pero de la política —con tintes partidarios, como son los casos— no puede volver a vestir de negro como sucede a los militares que deciden dar el paso al lado oscuro de la existencia. Una estimada colega germana me decía que ese apoyo de JpD hubiera significado una crisis de Estado en su país. Jueces que sentencian sobre cosas nos juzgadas y se permite el lujo y babosea porque ha sido capaz de derribar a un primer ministro. Ahora que Sánchez ha puesto de moda eso de dormir tranquilo, pregunto, ¿ustedes duermen tranquilos con la garantía de la última ratio en un Estado de Derecho con estos jueces? Díganmelo, 'please'.
El Consejo de Europa ha vuelto a llamar la atención a España por la forma de elegir el órgano de gobierno de los jueces. Es una vergüenza democrática que los partidos hagan política partidaria y sectaria a través del Consejo General del Poder Judicial y desde ahí en los tribunales superiores de Justicia en las comunidades autónomas. ¡Una vergüenza intolerable!