Es noticia
El gran blanqueador
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

El gran blanqueador

Todo lo que tiene que ver con el inmenso robo adquiere caracteres escandalosos y hasta grotescos. Los puritanos se han lanzado a minimizarlo porque "ninguno se ha lucrado personalmente"

Foto: Manuel Chaves a su llegada a la Audiencia de Sevilla para conocer la sentencia de los ERE. (EFE)
Manuel Chaves a su llegada a la Audiencia de Sevilla para conocer la sentencia de los ERE. (EFE)

Por fin, llegó. Se ha resistido la sentencia de los ERE -más otras 170 piezas desgajadas sobre el latrocinio que aguardan Justicia- con su formidable orgía de millones robados a los más pobres, a los más necesitados por un partido que se auto llama "obrero" y cuyo paladar se atraganta con palabras como "progresista", "igualitario" y "fraterno".

Todo lo que tiene que ver con el inmenso robo adquiere caracteres escandalosos y hasta grotescos. Los puritanos de antaño se han lanzado -argumentario entre los dientes-a minimizar el detritus de sus amos o amigos porque "ninguno se ha lucrado personalmente". La carcajada se ha oído hasta en las playas de Doñana. La corrupción es, eso, corrupción. Sin aditamentos. Ni siquiera me voy a fijar en el patético Ábalos; ni en la fuga de Sánchez. El tiempo y la Historia les pondrá en su sitio; al fin y al cabo, están de paso y cuando se bajen del falcon no serán otra cosa que polvo. Tampoco en sus terminales mediáticas que producen lástima. Ni en José Bono, tan repeinado, pontificando sobre corrupción, precisamente él, el señor de la hípica.

De ese inmenso quilombo con corolario político nada me ha llamado la atención. Se conducen sus protagonistas como siempre han sido. Lo que realmente me ha impresionado es la posición de Pablo Iglesias, otrora gran torquemada -"inútiles"; "corruptos"-, el invocador de la "cal viva", el mismo que aspiraba a ser ministro del Interior para "poner yo mismo los grilletes a esa gentuza..."

¿Qué sucede don Pablo? ¿Su caballo rumbo a Damasco se ha tropezado con su más que garantizada llegada al poder? ¡No es eso, no era eso!

He conocido muchos marxistas con su mismo ADN leninista; sin embargo, para ellos, a su diferencia, no todo vale con tal de alcanzar el poder. Iglesias hace tiempo que perdió la virginidad política cuando empezó a rodearse de veinte guardias civiles, coches oficiales, sueldos astronómicos y palacete en ristre. No hace falta siquiera "robar" pero mimetizarse con los que roban, especialmente, si tu representación política viene obligada a posicionarse.

Ha habido muchos "blanqueadores" en estos 680 millones de euros -y los que restan-, pero, sin duda, el premio nobel se lo lleva el jefe de "Podemos". Sinceramente, me ha sorprendido en un pretendido lector de Historia que desconozca algo obvio: el hoy, repleto de ambición, pasa pronto y las determinaciones personales son las que marcan el futuro.

¿Qué sermones curiles dirigirá a partir de ahora Iglesias para defender a su jefe Sánchez? ¿Con qué credibilidad dirigirá sus dardos flamígeros con tantos pelos dejado ya en la gatera por un puñado de coches oficiales?

Por fin, llegó. Se ha resistido la sentencia de los ERE -más otras 170 piezas desgajadas sobre el latrocinio que aguardan Justicia- con su formidable orgía de millones robados a los más pobres, a los más necesitados por un partido que se auto llama "obrero" y cuyo paladar se atraganta con palabras como "progresista", "igualitario" y "fraterno".

Noticias de Andalucía Manuel Chaves José Antonio Griñán