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Palo Alto
Por
Galán/Florentino, duelo de titanes
Tengo la impresión (y los datos) de que el presidente de ACS y su circulo interior no están por la labor de que la catarata amaine: quieren sangre y dimisiones
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Es un enorme escándalo que tiene avergonzados a los de aquí y a los de acullá y da pie a que arribistas escorados hacia el color rojo traten de sacar partida para cuestionar el andamiaje de los “ricos” y, de paso, poner en solfa la propiedad de las llamadas empresas estratégicas.
Un primer apunte: Villarejo no hablaba a humo de pajas cuando amenazó con poner en solfa las estructuras del Estado. Porque las grandes corporaciones con enseña española y presentes en medio mundo también son Estado. Teníamos conocimiento de que los códigos de buenas prácticas que estas multinacionales se había dado así mismas, son como las prédicas de los curas: haced lo que digo pero no hagáis lo que yo hago.
Porque las grandes corporaciones con enseña española y presentes en medio mundo también son Estado
Desconozco cual o cuales serán las resoluciones del magistrado Manuel García Castellón cuando tenga que sustanciar las investigaciones en curso. Es un vallisoletano cabal y con muchos años de oficio. Supongo que se tentará la ropa; en cualquier caso, no me parece normal que se siente como “investigados” al director de este diario y otros colegas de especial relevancia. ¿Sobre qué argumentos? No debe haber estudiado el derecho comparado de prensa libre en los países democráticos. Ignacio Sánchez Galán, tan propio, tan espectacular, tan pagado, parece que decidió aplicar a Maquiavelo para impedir la entrada en su consejo de administración a Florentino Pérez, que no es precisamente un pez diminuto.
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La opinión pública ilustrada -esto es, la que tiene interés en informarse acerca de lo que acontece en su país- ya se ha hecho una somera composición de lugar acerca de lo acaecido. Tengo la impresión (y los datos) de que el presidente de ACS y su circulo interior no están por la labor de que la catarata amaine: quieren sangre y dimisiones.
¿Bajará el precio del kilowatio o terminará por ser de titularidad pública?
¡Vivir para ver!
Es un enorme escándalo que tiene avergonzados a los de aquí y a los de acullá y da pie a que arribistas escorados hacia el color rojo traten de sacar partida para cuestionar el andamiaje de los “ricos” y, de paso, poner en solfa la propiedad de las llamadas empresas estratégicas.