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Amancio Ortega 'for president'
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Graciano Palomo

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Amancio Ortega 'for president'

Ser ministro en España está casi tan sobrevalorado como el sexo. He conocido a ministros muy inteligentes, otros en la mediocridad y otros rematadamente estultos

Foto: El empresario Amancio Ortega y su hija Marta Ortega. (EFE)
El empresario Amancio Ortega y su hija Marta Ortega. (EFE)

¿Habría alguien en España, o lo que queda de ella, que preferiría al magnate de Inditex, con pinta de borono, como ministro económico para gestionar las cosas de comer y los intereses generales frente, por ejemplo, a la opción del jefe de los capitidisminuidos comunistas?

¿Habría alguien en este país que preferiría contemplar a Amancio Ortega como ministro de Economía por encima de Alberto Garzón?

Foto: El líder de IU, Alberto Garzón, comparece en el Congreso tras su encuentro con el Rey en la ronda de consultas. (EFE)

La verdad es que ser ministro en España está casi tan sobrevalorado como el sexo. He conocido a ministros muy inteligentes, otros en la mediocridad y otros rematadamente estultos. Normalmente, en las grandes potencias democráticas del mundo libre, se coopta responsables ministeriales entre aquellos que han demostrado algo en la sociedad civil, bien en el mundo de la empresa o en cualquier otro quehacer humano. Aquí, vamos a contemplar en breve cómo gente que no ha cotizado nunca a la Seguridad Social se sienta en las poltronas conllevan la gestión de miles de millones de euros, dinero que es de los contribuyentes.

Me gustaría saber la opinión de los ciudadanos contribuyentes españoles sobre la posibilidad de que sea Ortega el que dirija los asuntos públicos

Me dicen en Podemos que Garzón no para de dar la tabarra a su líder máximo, Pablo Iglesias, para que le meta en la cuota de su próximo poder gubernamental, si es que finalmente se sustancia lo de 'frankenstein'. Está en su derecho, naturalmente, y además tiene en su haber liquidado el Partido Comunista de España. Me gustaría saber la opinión de los ciudadanos contribuyentes españoles sobre la posibilidad de que sea Ortega el que dirija los asuntos públicos. No lo verán mis hijos y ni siquiera su amigo Alberto Nuñez Feijóo podrá convencerle para que se someta a tal escrutinio. El de Arteixo solo está para el Deportivo y para contar los millones. No se alarmen. Me he adelantado al 28-D.

¿Habría alguien en España, o lo que queda de ella, que preferiría al magnate de Inditex, con pinta de borono, como ministro económico para gestionar las cosas de comer y los intereses generales frente, por ejemplo, a la opción del jefe de los capitidisminuidos comunistas?

Amancio Ortega Alberto Garzón