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Frente a la parálisis, jarabe democrático
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Graciano Palomo

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Frente a la parálisis, jarabe democrático

Este Gobierno apenas ha cumplido sesenta días y ya ofrece síntomas de agotamiento. Les sacas de la propaganda y las palabras gruesas y no hay nada que llevarse al colmillo

Foto: El ministro de Transportes, José Luis Ábalos (d), sonríe al paso del vicepresidente, Pablo Iglesias (i), y junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska (c). (EFE)
El ministro de Transportes, José Luis Ábalos (d), sonríe al paso del vicepresidente, Pablo Iglesias (i), y junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska (c). (EFE)

Alguien venido del mundo libre, que visite España hoy, y por vez primera vez, podría sacar la conclusión de que está en un país paralizado, incapaz de percatarse de lo que perpetran los que han llegado al poder mediante engaños manifiestos, triquiñuelas retorcidas y promesas hueras.

Este Gobierno apenas ha cumplido sesenta días y ya ofrece síntomas de agotamiento. El teórico jefe está en lo suyo, el oropel fatuo, el narcisismo afectado e, incluso, la chulería sin causa. Les sacas de la propaganda y las manidas palabras gruesas —fascismo, bárbaros, ultras, y un largo etcétera conocido— y no hay nada que llevarse al colmillo. Aprueban impuestos pero los cobran más tarde; abominan de Trump pero le tienen más miedo que a un nublado. Tienen el poder, están felices subidos al coche oficial y, con un poco de pasta, se pasa a la casta. El fin justifica los medios.

Foto: Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, durante la reunión del pasado viernes con los sindicatos agrarios. (EFE)

Solo cuando se les sacan a cabalgar sus propias y monumentales contradicciones, es el caso de Pablo Iglesias ante el hecho cierto de explotación sexual de menores en Baleares, pierden el 'oremus' y por todo argumento recurren a la palabra "fascista". Se han quedado realmente antiguos, más que la momia de Lenin y hasta las celebraciones particulares en despacho oficial de la flamante ministra de Igualdad parecen sacadas del NO-DO... ¡Hasta les supera Maduro en chacota y sentido del humor!

Iglesias en sus años mozos de agitador, que le han sido muy rentables, calificó los escraches como "jarabe democrático". Ya sabemos, por otro lado, lo que un comunista en ejercicio entiende por "democracia". Bien, ya consiguió el poder y los agricultores le han tomado la palabra —"apretad, apretad"— y se aprestan a darle su ración de jarabe democrático, no vaya a ser que entre tanto coche oficial, moqueta, gastos reservados, lewinskyanos genuflexos se olvide de quienes le han puesto ahí que, en resumen, continúan siendo igual de pobres que cuando él hábilmente les utilizó para dejar de serlo él.

¡Jarabe democrático! ¡A raudales! Un líder del campo, que vive en una humilde casa heredada de sus abuelos y padres, que no tiene Porsche Cayenne, ni opulentas residencias con casa de guardeses, me decía el pasado viernes tras anunciar que van a manifestarse ante la mansión de Galapagar que solo aspira a que la respuesta a sus protestas no sea por parte del tándem Sánchez&Iglesias la misma que practica Maduro con aquellos que piden pan, libertad y democracia en Venezuela. O lo mismo, en Nicaragua. De Cuba, ni hablamos.

Trigo, Iglesias, trigo. Ya estás en el poder. Ahora dales trigo. A ser posible, por una vez, limpio de paja.

Alguien venido del mundo libre, que visite España hoy, y por vez primera vez, podría sacar la conclusión de que está en un país paralizado, incapaz de percatarse de lo que perpetran los que han llegado al poder mediante engaños manifiestos, triquiñuelas retorcidas y promesas hueras.

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