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Luces de cruce para el centroderecha
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Graciano Palomo

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Luces de cruce para el centroderecha

Algunos hablan de 'duros', 'blandos', cuando en realidad lo que está en juego son los votos, la cuenta de resultados en política

Foto: Foto cedida por el Partido Popular en la que su presidente nacional, Pablo Casado (c), preside la reunión del Comité de Dirección. (EFE)
Foto cedida por el Partido Popular en la que su presidente nacional, Pablo Casado (c), preside la reunión del Comité de Dirección. (EFE)

El golpe de mano propinado por Pablo Casado al 'sorayo' Alonso y colocar a Carlos Iturgaiz (otro partidario de Sáenz de Santamaría en las elecciones primarias) habrá sido acertado si el 5 de abril el PP/Cs consigue un voto más de los alcanzados por el anterior presidente vasco durante la última consulta.

Algunos hablan de 'duros', 'blandos', cuando en realidad lo que está en juego son los votos, la cuenta de resultados en política. Esto parece olvidarlo con mucha frecuencia el centroderecha, mientras que la izquierda, lo tiene meridianamente claro. Una cosa es ser alumno aventajado de Maquiavelo (el fin justifica los medios), léase aquí Pedro Sánchez, y otra cosa es ir de pardillo en pardillo hasta la victoria final.

Foto: El candiato de la coalición PP+Cs, Carlos Iturgaiz. (EFE)

Como esa primera elección —además de Galicia— se produce en el territorio autónomo vasco, será interesante comprobar si dos y dos suman cuatro o menos uno. Bien es cierto, que ese mismo territorio es la iglesia particular de los muy modernos y progresistas del PNV donde ni su enorme corrupción, ni su gestión en el vertedero, les afecta. Es lo que tiene pertenecer a una iglesia tan arcaica, desleal y trabucaire como aquella. Casado no podía pasar la ocasión de sentar acuerdo preelectoral con Ciudadanos. No lo ha podido firmar en Galicia por razones obvias —Núñez Feijóo no es Alonso— y, además, tengo mis dudas que lo deseara.

En Cataluña esa coalición va de suyo. La luz larga de Pablo Casado son las elecciones generales; largo me lo fiais, amigo Sancho. Sin esa alianza, Sánchez podrá comprarse (a costa de los de siempre) toda una extensa flota de modernos falcon, última generación, que de ahí no le mueve ni el coronavirus.

¿Y si Feijóo revalida su mayoría absoluta en Galicia y la coalición pierde votos y escaños en el parlamento autónomo vasco? Alguien dirá seguidamente que son casos bien diferentes. Y lo son.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado, y el presidente del partido en el País Vasco, Alfonso Alonso. (EFE)

Viene dentro de quince días el congreso extraordinario de Ciudadanos para elegir sustituta(o) de Albert Rivera. Si hubiera sorpresa —"no hay ninguna posibilidad de que eso ocurra", me reconoce un dirigente territorial— estaríamos ante un nuevo escenario, todavía más manifiestamente mejorable para el doctor Sánchez.

El golpe de mano propinado por Pablo Casado al 'sorayo' Alonso y colocar a Carlos Iturgaiz (otro partidario de Sáenz de Santamaría en las elecciones primarias) habrá sido acertado si el 5 de abril el PP/Cs consigue un voto más de los alcanzados por el anterior presidente vasco durante la última consulta.

PNV Ciudadanos Pablo Casado Soraya Sáenz de Santamaría Alberto Núñez Feijóo