Palo Alto
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Iglesias deglute a CEOE y Cepyme
A los pocos minutos del anuncio del ingreso mínimo realizado por Iglesias en el Congreso, los dirigentes empresariales de CEOE y Cepyme respondieron sumamente airados
De no estar tan encabronado por la prisión/confinamiento y por ver cómo se desmorona todo lo que mi generación levantó, me hubiera visitado un ataque de risa. Cuando a última hora del pasado jueves en medio de la negra canícula que alumbra el patio de España conocimos el anuncio 'urbi et orbi' de Pablo Iglesias —las residencias de mayores también dependen de ti, vicepresidente, y no quieres saber nada de eso— según el cual había pactado con sindicatos, ONG y empresarios el "ingreso mínimo vital" se abrieron las puertas de todos los cielos.
A los pocos minutos, los dirigentes empresariales de CEOE y Cepyme —es decir, todo el empresariado español— respondieron sumamente airados a la mentira perpetrada por el flamante vicepresidente de la coleta. "Mentira, falso, mentira"... "Es que ni siquiera nos han consultado..." Se acabó el presuntuoso "diálogo social". Entenderá el bueno de Antonio Garamendi lo ingenuo que es. Incluso a una de Bilbao Iglesias se la cuela doblada. No será porque no le advirtieron.
Vamos con el proceder. Esto es típico de la izquierda extrema mundial, especialmente, la iberoamericana. Lo hizo Castro en Cuba a pocos meses de bajar de Sierra Maestra; lo hizo Allende en Chile; lo perpetraron Chávez en Venezuela; Ortega en Nicaragua y Evo en Bolivia... Es de libro. Primero anunciar y luego amenazar. Lo verán Garamendi y sus cuates.
Vamos al fondo. Creo, en efecto, que el "ingreso mínimo garantizado" en las actuales circunstancias es un método como otro cualquiera que pudiera encontrarse válido para paliar situaciones desesperadas. No se puede dejar al pairo a miles de familias sin ningún ingreso. La determinación mostrada por Iglesias, no quiero negar ninguna virtualidad generosa, ni de humanidad, tiene a mi entender más transcendencia. Él aparecerá como el divino en el monte del milagro que da de comer a los parias extendidos por la maltrecha piel de toro. Con todos sus corolarios electorales, sociales y políticos.
No engaña a nadie. Incluso antes de alcanzar el poder todo el mundo sabía su deriva...
El cálculo, sin embargo, falla por la base. Parece mentira que no lo haya aprendido de su querido y admirado "ejemplo venezolano". Sin empresa privada, no hay impuestos; sin impuestos no hay Estado, sin Estado... mucha cartilla de racionamiento. Y escasa libertad.
De no estar tan encabronado por la prisión/confinamiento y por ver cómo se desmorona todo lo que mi generación levantó, me hubiera visitado un ataque de risa. Cuando a última hora del pasado jueves en medio de la negra canícula que alumbra el patio de España conocimos el anuncio 'urbi et orbi' de Pablo Iglesias —las residencias de mayores también dependen de ti, vicepresidente, y no quieres saber nada de eso— según el cual había pactado con sindicatos, ONG y empresarios el "ingreso mínimo vital" se abrieron las puertas de todos los cielos.