La caja empieza a criar telarañas

Fuentes muy seguras de la alta contabilidad del Estado confirman que las finanzas públicas capotan.

En resumen, que no hay un euro. Este es otro gran problema al que tiene que enfrentarse un Gobierno otrora manirroto que se gastó más de 30.000 millones de euros de lo previsto en el año y medio en el poder desde junio del 2018 a febrero del 2020. Por cierto, con los Presupuestos Generales de Cristóbal Montoro, esos de los que abominaban Sánchez y mucho más Iglesias.

Lejos estaban de intuir lo que se avecinaba. Les ha pillado en cueros. Nunca creyeron, incluso con alarmas fehacientes que llegaban de dentro y del exterior, que la pandemia les iba a dejar al albur de los prestamistas. El asunto es muy serio y tiene asustados a los miembros más caracterizados y sensatos del Gobierno, léase, el ministro Escrivá y la superada Calviño. El Estado español para poder subsistir depende de los que tienen el dinero y los que tienen el 'jurdó' no está dispuesto a ponerlo en manos de un Ejecutivo en el que mande Iglesias. El rescate (MEDE) no será en ningún caso como cuando la UE rescató a Grecia, Portugal e Irlanda. No. Ahora no se va a presuponer nada. Tanto vales, tanto te doy. Tanta confianza nos ofreces, tanto suelto… Jueguen ustedes con su propio dinero, no con el nuestro, le han dicho una y otra vez a Sánchez los países serios en su ortodoxia fiscal.

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Alemania, Holanda, Austria saben en qué se ha gastado las dos décimas más de déficit (en unos dígitos que el propio Gobierno se había establecido hasta llegar al 2,8 por ciento) y no están dispuestos a dar otro cheque en blanco al primer ministro español. Pintan bastos.

Una inmensa mayoría no cree en la capacidad del Gobierno para sacar a España del atolladero económico. Prueba es que aquellos que pueden poner sus ahorros a buen recaudo (hablo de clases medias) se están llevando su dinero a otros predios. Y no solo por su incapacidad técnica, sino por los orejones que anuncian algún tipo de confiscación como viene repitiendo nada menos que el vicepresidente Iglesias. Cualquier director de sucursal bancaria puede dar fe de lo que aquí escribo. Lo hacen legalmente atendiendo las directrices del Banco Central Europeo y la legislación comunitaria.

Si el primer ministro italiano ha dicho en el Senado de su país, que Pedro Sánchez está como loco por pedir el rescate, ahora en su nueva modalidad (MEDE), es que, en efecto, el presidente español le ha pedido ayuda para forzar a los países serios de la Unión. Sin su ayuda no hay salvación. Lo sabe hasta un meritorio de primer curso de Económicas.