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Graciano Palomo

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Destruir a Casado

Durante dos meses, el presidente del PP ha apoyado los estados de alarma sin pedir contraprestaciones; lo único que ha recibido han sido ninguneos, desprecios y ataques

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado, este miércoles durante el pleno del Congreso. (EFE)
El presidente del PP, Pablo Casado, este miércoles durante el pleno del Congreso. (EFE)

No deben confiar en exceso en los datos que les pasa el bueno de José Félix Tezanos —por cierto, que acaba de endiñar otros 90.000 euros del contribuyente a sus amigos de Intercampo SA, sin concurso y con nocturnidad— porque de lo contrario no cuadran los comportamientos.

Foto: El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos. (EFE)

Como bien ha relatado Victoria Prego, el Sánchez bifronte oficializa un doble juego con el principal partido de la oposición que, por el pueril y simplón, queda en cueros. Mientras él no cesa de remitir en primera persona palabras de "unidad" y "lealtad", al mismo tiempo manda a sus dóbermans morder el calcañar de aquel que en mera lógica política está llamado a sustituirle. Unas veces en carne mortal del jefe de la oposición, en otras por personas interpuestas que forman parte de su "círculo interior".

¿Quiere Sánchez, en honesta puridad, llegar a acuerdos con Pablo Casado? Los hechos hablan por sí solos. Decididamente, no. Durante dos meses, el presidente del Partido Popular ha apoyado sus estados de alarma sin pedir contraprestaciones; lo único que ha recibido han sido ninguneos, desprecios y ataques brutales 'ad hominem'. Esta es la realidad de los hechos. A los que habría que sumar engaños manifiestos y de tapadillo utilizando una situación extraordinaria para colar de matute cambios sustanciales en la geometría del Estado de Derecho. En este sentido, no es baladí recordar aquí que las mejores cabezas de Ciudadanos, que las tiene, no paran de aconsejar a su líder, Inés Arrimadas, que se tiente la ropa antes de comprar un coche usado al señor de la Moncloa.

¿Qué sucede entonces? Algo elemental. En las elecciones de abril 2019, el PP de Casado consiguió unos míseros 66 diputados y unos meses más tarde unos paupérrimos 89. Las cosas cambian y mucho más a velocidad de crucero en situaciones como la actual, con tres grandes crisis (sanitaria, económica y democrática) donde el Gobierno capota irremediablemente por una gestión inexportable corriendo como pollo sin cabeza detrás de la circunstancia.

¿De verdad alguien cree que rodeado como está por un detritus apestoso puede sobrevivir un Gobierno despreciado internacionalmente y con una población sumida en la desesperación, constreñida en sus libertades y con la esperanza desmoralizada?

Casado ha presentado su alternativa a la actual situación en tres apartados: sanitario, económico y libertades. Con medidas concretas, realistas y posibles. Es por lo que intentan cerrarle el paso en un intento tan estulto como vano de poner puertas al campo.

¡Más caña, Adriana!

No deben confiar en exceso en los datos que les pasa el bueno de José Félix Tezanos —por cierto, que acaba de endiñar otros 90.000 euros del contribuyente a sus amigos de Intercampo SA, sin concurso y con nocturnidad— porque de lo contrario no cuadran los comportamientos.

Pablo Casado José Félix Tezanos Ciudadanos Inés Arrimadas