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Graciano Palomo

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Europa toma nota

Se añade a la 'default' económica española el hecho cierto de que desde Berlín, París, La Haya, Viena, Copenhague se asombran de los procederes políticos del "Pzípras español"

Foto: La presidenta de la Comisión Europea. (Reuters)
La presidenta de la Comisión Europea. (Reuters)

Lo dijo ufano el presidente el pasado miércoles: Europa toma nota del liderazgo español para aplicar sus recetas económico/laborales ante el desastre de la pandemia. Y se quedó tan ancho.

Es cierto que la Unión y sus principales dirigentes tienen su lupa instalada en España porque entienden que la todavía cuarta potencia de la UE puede arrastrar al conjunto de la transnacional política/económica más importante del mundo a un punto de no retorno.

Con una deuda imposible de hacer de frente, con un déficit que puede llegar al 15%, con un desempleo inasumible, con un gasto corriente (no productivo) en las más altas cotas desde la restauración democrática, con un gobierno que hace caso omiso a todas las recomendaciones de los prestamistas, con una responsable económica (Calviño) sin 'potestas' ni 'auctóritas' dentro del Gabinete, nada tiene de extraño que aquellos que tienen el dinero y deban dar cuenta de él a sus nacionales, se tienten la ropa.

Se añade a la 'default' económica española el hecho cierto de que desde Berlín, París, La Haya, Viena, Copenhague, donde se respetan los usos y hábitos democráticos con puridad, se asombran de los procederes políticos del "Pzípras español" (denominación de uno de los embajadores de una potencia occidental) que cree va a poder manejar a su antojo a Europa como lo hace en el interior de España.

Hay un hecho cierto: España no puede salir del atolladero con sus propias fuerzas. Se asombran dentro de los gobiernos comunitarios de que el gobierno Sánchez siga anunciando gasto por doquier como si el dinero fuera suyo, de la subida brutal de impuestos y, en definitiva, de una carrera a ninguna parte confiada en que "Europa nos salvará…".

Gran parte del extraordinario tejido industrial asentado en este país sureño está levantando el vuelo. No es solo Nissan, ni Alcoa.

Foto: Trabajadores protestan por el cierre de Nissan en Barcelona. (EFE)

Ese embajador me recordaba esta semana un viejo dicho aplicado a Sánchez&Iglesias:

"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados…".

(Groucho Marx, cómico norteamericano).

P.D. En el Europarlamento no ha pasado desapercibido el hecho de que el Gobierno haya elegido al teniente coronel David Blanes González como sustituto de Pérez de los Cobos. Blanes era el responsable de la aduana en el aeropuerto de Barajas cuando la narcochavista, Delcy Rodríguez, pasó por la aduana madrileña. Pudo entrar en España, sin dificultad alguna, 40 bultos sin control.

Lo dijo ufano el presidente el pasado miércoles: Europa toma nota del liderazgo español para aplicar sus recetas económico/laborales ante el desastre de la pandemia. Y se quedó tan ancho.

Aeropuerto de Barajas Nissan Unión Europea