Europa existe: rescate a Sánchez

Superando los objetivos bokassianos del Rasputín Redondo, la mayor parte de las televisiones de Europa han difundido el video 'made in Moncloa' con los aplausos inherentes al caudillo que llegó victorioso (sic) de Bruselas. Émulo de los antiguos generales romanos entraban en Roma, salvo que sin 'triunfus' al lado (¡recuerda que eres mortal!).

La Europa que va a sacar, ¡esperemos!, a España del averno, asiste atónita al festival 'happy hour' que se ha automontado el jefe de gobierno español. Por esos lares, se ha difundido la versión de la última cena bruselense donde la colega finlandesa, Sanna Marin, (34 años), socialista, le puso las peras al cuarto cuando el español oficiaba de chulapo. ¿Vienes a pedir y encima te pones farruco?

—Tú, ¿qué haces por Europa? ¿Gastar, gastar, y gastar?

Dicen fuentes diplomáticas que el hombre al que llevaron en volandas hasta el poder independentistas y neocomunistas —cosa que conocen por esos lares— no sabía dónde meterse después de la somanta de palos verbales que le propinó Sanna. Sánchez creyó que se encontraba ante algunos de los felpudos batientes que le hacen la conga en Moncloa.

"Sánchez e Iglesias se equivocan si creen que pueden hacer en el Consejo Europeo lo mismo que han hecho con sus votantes en España"

Vamos por partes. Aquellos que creían y afirmaban que Europa era un remedo de viejos decrépitos —Iglesias, Monedero, Echenique, entre otros— vendidos al alma del peor capitalismo no compasivo, descubren ahora que la Unión Europea es lo más importante que un niño o un joven español en edad de merecer tiene para contemplar el futuro si caer en la melancolía. Dicho de otro modo, que Europa existe y que la actual hora permite concluir que no hay otra transnacional en el mundo libre que la UE. Con sus contradicciones, intereses espurios, subidas y depresiones, sí, pero continúa siendo un organismo vivo, sustentado sobre las libertades liberales y la lucha contra todo tipo de dictaduras y narcosátrapas. En Europa saben perfectamente que el Gobierno español es un prodigio de manirrotismo, experto en trampas saduceas, irregularidades democráticas de todo orden, utilización de los bienes del Estado en beneficio propio, con miembros que alardean de saltarse las normas; y aun así, han decidido soltar una morterada de millones para que muchos millones puedan siquiera comer.

Tengo para mí que Sánchez e Iglesias se equivocan si creen que pueden hacer con sus pares en el Consejo Europeo lo mismo que han hecho con sus votantes en España, esto es, engañarles como a conejos recién paridos. Después del obsceno "happening" monclovita de alabanzas sin vergüenza alguna —para ello antes hay que tenerla— la vigilancia ante el rescate será máxima. Y que confundir la generosidad de los populares y liberales de centro derecha, Angela Merkel, Enmmanuel Macron y Cristine Lagarde —que conocen y aman al pueblo español por encima de sus eventuales dirigentes— con suprema habilidad sanchista, no conducirá a nada bueno.

Por hoy, Sánchez ha pedido el rescate y este ha sido concedido. Punto. Después de eso, ha empezado el agitprop. Lo que antes denominaban con ferocidad recortes se ha trastocado 'ipso facto' en reformas, mientras el penetrante aroma progubernamental inunda los medios, aunque no todos. Por de pronto, todavía no ha llegado ni un euro. Y cuando lleguen será sobre la base de proyectos concretos y aprobados por Bruselas. El socialcomunismo español de la actual hora a lo suyo: repartir lo que no tienen; creen que se puede seguir engañando a todos todo el tiempo.