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Graciano Palomo

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España tiene Rey

Es fácil echarle toda la culpa al Borbón que dar el pan que ofrecieron. Supongo que desconocemos la mayor parte de cómo se produjo la salida de España del rey Juan Carlos

Foto: El rey Felipe VI. (EFE)
El rey Felipe VI. (EFE)

Corinna, la de los bellos ojos verdes, ni siquiera resulta ya un salvoconducto para aquellos que desviaron dinero del Parlamento Europeo o pagan a sus dirigencias en B. No por ello hay que menospreciar los favores que el tándem Larsen/Villarejo han propiciado a los intereses de los neocomunistas/separatistas que tienen como talismán derribar el régimen constitucional del 78 y de paso mandar al rey Felipe VI al exilio.

He escrito hasta la saciedad que a título personal la forma de Estado me resulta indiferente. Me interesa que la jefatura del mismo sea ejemplar, barata, democrática y con visión de futuro. Y tengo para mí que la monarquía subsistirá en España mientras sea útil. Esto es, cuando produzca más beneficio que coste.

En cualquier caso, después de JCI llegó Felipe VI y ahí lo tienen de pueblo en pueblo, de plaza en plaza, con ejercicios diarios de afirmación nacional

Lo anterior me lleva directamente a la situación actual. No estamos los españoles precisamente para abrir otra espita de jugueteo entre infantes. Entiendo que ministros ociosos, mano sobre mano, busquen alguna salida con la que matar el tiempo; por ignorar desconocen que ese asunto está muy lejos de ser una de las preocupaciones de los ciudadanos en estos momentos. ¡Muy lejos! Es fácil echarle toda la culpa al Borbón —entre los que hay que distinguir— que dar el pan que ofrecieron. Supongo que desconocemos la mayor parte de cómo se produjo la salida de España del rey Juan Carlos. Moncloa, es decir, Sánchez, está empeñado en hacernos creer que fue de 'motu proprio' y a instancias del heredero. Sencillamente, no me lo creo. Sánchez presionó para que así fuera y echar algo de carnaza institucional a los que le sostienen.

En cualquier caso, después de JCI llegó Felipe VI y ahí lo tienen de pueblo en pueblo, de plaza en plaza, con ejercicios diarios de afirmación nacional.
Resumiendo: España tiene Rey. Al menos por ahora. El futuro siempre resultó un arcano.

Corinna, la de los bellos ojos verdes, ni siquiera resulta ya un salvoconducto para aquellos que desviaron dinero del Parlamento Europeo o pagan a sus dirigencias en B. No por ello hay que menospreciar los favores que el tándem Larsen/Villarejo han propiciado a los intereses de los neocomunistas/separatistas que tienen como talismán derribar el régimen constitucional del 78 y de paso mandar al rey Felipe VI al exilio.

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