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El milagro se moviliza... por el Rey
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Graciano Palomo

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El milagro se moviliza... por el Rey

Conociendo como conocí a Santiago Carrillo, figura clave en la Reconciliación, estoy convencido de que hubiera firmado el alegato

Foto: El rey emérito Juan Carlos I. (Reuters)
El rey emérito Juan Carlos I. (Reuters)

Si a los que muy jóvenes periodistas de aquellos años nos hubieran dicho que cuatro décadas después Alfonso Guerra, entonces líder del ala más “socialista” del PSOE, encabezaría un manifiesto en favor del rey Juan Carlos I, hubiéramos concluido que estábamos en presencia de política ficción.

Pues bien, casi un centenar de exministros y altos cargos de UCD, PSOE Y PP no han tenido reparo alguno en hacer llegar a la opinión pública del país que la “cacería” contra el que fue motor de la Transición, además, de un exceso, se le niega lo que cualquier Estado de Derecho garantiza en forma de presunción de inocencia.

El rey Juan Carlos debe estar meditando estos días en aquellos consejos que le diera su padre acerca de que España es un país “extraño”, que pasa del rosa al amarillo sin solución de continuidad. Y al mismo tiempo, su hijo el rey Felipe debe, a su vez, aquel consejo repetido que le ofreciera el hoy monarca en el exilio…”Esto hay que ganárselo día a día…” Ya se sabe, consejos vendo y para mí no tengo…La sociedad española perdona la lujuria, pero no la avaricia… Esos 70 millones producto de una donación de un colega árabe amigo deberían haber ido directamente a la caja pública, o, al menos, haber declarado dicha donación previo pago al fisco.

Foto: Fotografía de archivo del rey emérito Juan Carlos. (Reuters)

Los protagonistas de aquel “milagro” -así considerado por todo el mundo libre en su momento cuando a la muerte del general Franco esperaban que los españoles se tiraran de nuevo las bombas a la cabeza y se abrieran una vez más las trincheras-, entienden que el afán máximo de nacionalistas, independentistas y neocomunistas al perseguir con saña al rey emérito no pasa tanto por zaherir la figura de un rey anciano, lleno de achaques y en sus últimos años de su vida, sino de acabar con el régimen constitucional bendecido por el pueblo español en 1978. Este es el asunto. Porque si fuera depurar responsabilidades penales, fiscales o económicas del Emérito no dispararían contra el actual titular de la Corona. Se trata, en definitiva, de derribar el dique que sostiene el andamiaje del actual régimen.

Conociendo como conocí a Santiago Carrillo, figura clave en la Reconciliación, estoy convencido de que hubiera firmado el alegato.

PD. El magistrado Alfonso Villagómez Cebrián publicó el pasado martes un muy recomendable artículo titulado “Monarquía sin Parlamento”.

Si a los que muy jóvenes periodistas de aquellos años nos hubieran dicho que cuatro décadas después Alfonso Guerra, entonces líder del ala más “socialista” del PSOE, encabezaría un manifiesto en favor del rey Juan Carlos I, hubiéramos concluido que estábamos en presencia de política ficción.

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