Ante las colas del hambre desfilan 36.000 coches oficiales

En España, desde hace dos años y medio, manda la izquierda. Unido en tiempo a los 22 de la etapa González/Zapatero suman un cuarto de siglo. No está mal, ni de más, recordar este hecho porque pareciese que sus ideas, proyectos y ambiciones no han tenido ocasión siquiera de aplicar sus recetas.

Miércoles 9 de septiembre 2020. 6.00 horas de la mañana en uno de los barrios más populares del centro de Madrid se pueden sumar no menos de 800 personas, mujeres y hombres, que hacen guardia ante una ONG que da comida a los hambrientos. Es el país que dice ser la cuarta potencia económica de Europa; el mismo que tiene la más numerosa industria política de toda la UE y suma en sus parques públicos (Estado, CCAA, Diputaciones, Ayuntamientos, empresas públicas, organismos, etc.) alrededor de 36.000 coches oficiales.

Los responsables de esta esquizofrénica situación están más preocupados, como demuestran en comportamientos diarios, por denunciar sus presuntos acosos domiciliarios, denigrar al adversario/enemigo en las redes, mentir en el Parlamento a propósito sobre cualquier cosa y, en general, dedicar el tiempo que les pagan (y muy bien) los contribuyentes, a casi todo menos a intentar siquiera ayudar a los que más lo necesitan.

Los pobres, bajo su mandato (insisto, ya dos años y medio disfrutando opíparamente del poder) aumentan. Aumentan. Aumentan

El señor presidente del Gobierno me permitirá sugerir, ya que no lo hace Iván Godoy/Godoitxu, que debería ver a la mayor brevedad posible, atendiendo la sugerencia a su propia salud mental, la magnífica serie 'Borgen' donde se puede ver a la primera ministra danesa vivir en su domicilio privado de siempre, ir a su despacho en bicicleta, pagarse sus servicios médicos y abonan sus vacaciones a sus expensas. Ese país, sin ir más lejos, a lo sumo tiene un 8% de desempleo. Podría poner otros ejemplos, como la Holanda del liberal Mark Rutte o la Alemania de Merkel.

Los pobres, bajo su mandato (insisto, ya dos años y medio disfrutando opíparamente del poder) aumentan. Aumentan. Aumentan. Seguramente, su legión de asesores muy bien retribuidos, en muchos casos, oráculos de la nada, ni le dirán nada a tal propósito, y mucho menos le recomendarán madrugar siquiera un día y darse una vuelta por los barrios de la capital para que vea en blanco y negro "la España de Sánchez".

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David Brunat. Mallorca

Definitivamente, la Moncloa debería clausurarse. La realidad de España es una. Lo que se otea desde un palacio, otra bien distinta. Lo de los coches oficiales es tan solo una golondrina.

PD. He leído un tuit del señor vicepresidente para Asuntos Sociales en el que afirma que el patrimonio de 2,7 millones de euros que heredará de sus padres estarán a disposición "del pueblo…". ¡Pues eso!