Es noticia
Lecciones del Brexit para catetos
  1. España
  2. Palo Alto
Graciano Palomo

Palo Alto

Por

Lecciones del Brexit para catetos

El 'error británico' debería servir (aunque tengo dudas al respecto) a aquellos que creen que 'small is beatiful' y que se puede transitar hoy por un mundo globalizado en patinete

Foto: El primer ministro británico, Boris Johnson. (EFE)
El primer ministro británico, Boris Johnson. (EFE)

¿Alguien en su sano juicio puede pensar que si los ciudadanos británicos pudieran reconsiderar su decisión de volver al seno de la Unión Europea no lo harían? Recordar que fue una ínfima mayoría la que se impuso en el referéndum que convocó un tal y desnortado David Cameron, el gran perdedor. Aun así, fieles a los principios democráticos, los gobiernos 'tories' posteriores decidieron, justamente, acatar aquel veredicto.

Después del Brexit se han sucedido, encadenados, acontecimientos mundiales que están situando a la antiguamente respetada y reconocida Gran Bretaña al borde del abismo. Las imágenes de los camioneros en el Canal de la Mancha y Dover hablan por sí solas de la decadencia brutal de una isla que fue decisiva en la historia de la humanidad.

¿Cómo es posible que un pueblo, teóricamente sabio y esencialmente pragmático, olvidara que su potencia vino precisamente de haberse abierto al mundo a través de los mares? ¿Cómo hay que entender que sus dirigentes no fueran capaces de comprender que hoy no se puede vivir, ni siquiera subsistir, al margen de la Unión, con todo el vínculo transatlántico que se quiera?

Foto: Barnier junto a su número dos, la española Clara Martínez Alberola. (EFE)

Claro que la UE tiene un problema de configuración básica, donde en muchas ocasiones los intereses domésticos de los estados miembros se imponen a la propia idea de una Europa unida, fuerte y solidaria. Que padece de excesiva burocracia lo sabemos todos. Que su Gobierno y su Administración son un continuo tejer y destejer lo sabemos todos. Pese a ello, no existe alternativa posible en un mundo dominado por EEUU/China y otras potencias asiáticas emergentes.

El 'error británico' –nada más hay que ver lo que han dicho los escoceses al consumarse la ruptura– debería servir (aunque tengo dudas al respecto) a aquellos que creen que 'small is beatiful' y que se puede transitar hoy por un mundo globalizado en patinete.

Gran Bretaña paga ya un cheque muy superior al que el Reino Unido de la señora Thatcher recibía de Bruselas. ¡Cuando las barbas de tu vecino….!

¿Alguien en su sano juicio puede pensar que si los ciudadanos británicos pudieran reconsiderar su decisión de volver al seno de la Unión Europea no lo harían? Recordar que fue una ínfima mayoría la que se impuso en el referéndum que convocó un tal y desnortado David Cameron, el gran perdedor. Aun así, fieles a los principios democráticos, los gobiernos 'tories' posteriores decidieron, justamente, acatar aquel veredicto.

Después del Brexit se han sucedido, encadenados, acontecimientos mundiales que están situando a la antiguamente respetada y reconocida Gran Bretaña al borde del abismo. Las imágenes de los camioneros en el Canal de la Mancha y Dover hablan por sí solas de la decadencia brutal de una isla que fue decisiva en la historia de la humanidad.

Unión Europea Reino Unido Partido Conservador Británico